Bolsa, mercados y cotizaciones

La prohibición de las ventas a corto ha costado 250 millones, según BME

Madrid, 20 dic (EFE).- El presidente de Bolsas y Mercados Españoles (BME), Antonio Zoido, ha dicho hoy que la prohibición de las ventas a corto -especulación con valores a la baja- le ha costado al mercado 250 millones de euros en el segundo semestre del año, debido a la alteración de las horquillas de precios.

En el discurso en el que ha hecho balance del ejercicio 2011, Zoido ha criticado el efecto que sobre el mercado tiene la prohibición de esta operativa y la falta de transparencia que se deriva de los mercados no regulados, que debido a la desconfianza no cumplen su función y no garantizan la oferta y la demanda.

Los supervisores bursátiles de Francia, Italia, Bélgica y España acordaron conjuntamente en agosto prohibir las ventas a corto para frenar las apuestas a la baja sobre el sector financiero, una prohibición que fue prorrogada posteriormente "sine die".

Zoido también ha señalado que la prohibición de las ventas a corto, además de ser escasamente efectiva ha supuesto que los valores afectados pierdan liquidez, al tiempo que el mercado ha "perdido calidad" a la hora de fijar precios.

En concreto, ha asegurado que gran parte del ahorro que suponía para los inversores la reducción de las horquillas de compra y venta de valores cotizados se ha perdido en el segundo semestre del año

También ha recordado que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) es partidaria de levantar esta prohibición "tan pronto como sea posible".

El presidente de la bolsa ha indicado que la confianza perdida en el mercado como consecuencia de la crisis, algo a lo que él mismo se refirió en su discurso del año pasado, no se ha recuperado, ni en el ámbito empresarial no en el social.

En este sentido, se ha referido a la necesidad de fomentar la transparencia mediante la adecuada regulación, en particular en lo que se refiere a mercados no regulador conocidos como OTC (over the counter).

Si el mercado interbancario está "roto y seco", ha añadido, la falta de confianza vigente en los mercados OTC impide que se cumplan debidamente las obligaciones de contraparte.

En concreto, Zoido ha indicado que el mercado de derivados OTC mueve unos 700 billones de dólares en todo el mundo, cuyos movimientos incontrolables y no predecibles explican en parte la magnitud de la crisis.

Asimismo, se ha mostrado partidario de homogeneizar el funcionamiento del mercado de bonos con el de acciones para aumentar la transparencia, un cambio regulatorio que "se abre paso".

La actual normativa, ha explicado, favorece la existencia de plataformas alternativas menos transparentes y exigentes en las no se forman adecuadamente los precios.

El presidente de la bolsa ha calificado de "arriesgada" la implantación de un impuesto a las transacciones financieras, aunque reconoce su "atractivo emocional".

En su opinión, este tipo de tasa no disminuye la volatilidad de los mercados y afecta a la liquidez, sino que por el contrario sube el coste del capital y reduce la inversión.

Entre las medidas que deberían aplicarse destaca el cambio en el régimen fiscal que contempla los pagos por intereses como deducibles en el impuesto de sociedades.

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