Una de paradojas. El italiano Mario Draghi cumplirá hoy el sueño de dirigir su primera reunión como presidente del Banco Central Europeo (BCE) en medio de la peor pesadilla que está sufriendo el euro desde su nacimiento en 1999.
Así se las gasta el destino. Se quedará, por tanto, sin disfrutar del plácido y rutinario estreno que sí tuvieron sus predecesores, Wim Duisenberg y Jean-Claude Trichet, al que relevó el martes.
Grecia ha truncado cualquier celebración. El órdago planteado por el primer ministro heleno, George Papandreou, con su referéndum sobre el segundo rescate de Grecia y el mantenimiento del país en la zona euro ha complicado el panorama sobremanera en las últimas horas. El salto cualitativo que supone esta propuesta aprieta aún más las tuercas para que el banquero italiano debute con una rebaja de los tipos de interés, instalados en el 1,5% desde julio.
Estreno excepcional
Sería la primera vez que un presidente del BCE debuta con un movimiento de los tipos de interés. En una institución con un corte tan ortodoxo y conservador, romper esa regla no escrita suena aventurado. Y más tratándose de un italiano, puesto que un recorte se podría interpretar como una maniobra nacionalista -Italia atraviesa serios problemas económicos y financieros- en la férrea Alemania.
Sin embargo, la situación es excepcional. Y no hay tiempo para remilgos ni formalidades. "La primera reunión de Draghi como presi- dente del BCE no supone una barrera insalvable para rebajar los tipos de interés y no debería ser un factor determinante, aunque el riesgo sigue siendo que el Consejo de la entidad espere a ver los resultados de las nuevas previsiones económicas de diciembre", aseguran los expertos de Royal Bank of Scotland (RBS).
Eso es lo que vaticina la mayoría de los expertos. "No esperamos cambios en el tipo de referencia debido a la todavía elevada inflación. Vemos más probable una rebaja en la reunión de diciembre", sostienen desde Banif. Otro dato: 48 de los 54 analistas consultados por la agencia financiera Bloomberg creen que Draghi no tocará los tipos en su primera reunión. Eso sí, en caso de dejar la rebaja para diciembre, los expertos tienen claro que Draghi preparará hoy el terreno para telegrafiar esas intenciones.
La importancia de lo anormal
Además de la decisión que adopte con respecto a los tipos, el banquero transalpino deberá mostrar su posición con respecto a las medidas extraordinarias que la entidad tiene en marcha. Más en concreto, dará más detalles sobre el programa de cédulas hipotecarias que anunció el BCE hace un mes y tendrá que mojarse con respecto a las compras de deuda periférica por parte de la entidad.
Al mismo tiempo, el mercado estará pendiente del diagnóstico que emita Draghi sobre la situación económica de la eurozona y el riesgo de recaer en la recesión.