
En un contexto en el que todas las bolsas europeas acumulan caídas anuales superiores al 10% y los mercados de renta fija no salen de los 'números rojos', se antoja muy complicado preservar el capital de los inversores invirtiendo en Europa. Pero hay algunos productos que lo consiguen. Una hazaña que les convierte en los héroes del mercado.
Si hay una lección que se ha de aprender de toda crisis es que no hay que dejarse llevar por las apariencias. Si bien en los últimos días los índices bursátiles han presumido de rentabilidades no vistas en mucho tiempo al calor de las soluciones que por fin se han alcanzado en la UE con el único objetivo de salvaguardar al euro, estos rebotes no son aún suficientes como para variar la tendencia de fondo: salvo superrally de fin de año, todos los índices bursátiles despedirán 2011 con caídas que, en muchos casos, superarán el 10 por ciento. Y la renta variable no es la única categoría a la que se le pueden atragantar las uvas de fin de año. Tampoco la renta fija, el activo que siempre ha lucido con orgullo su etiqueta de "valor seguro" donde los haya, está para muchas celebraciones. Principalmente la europea. De hecho, según los datos de Morningstar, el 33 por ciento de los fondos que invierten al menos un 70 por ciento de su patrimonio en deuda de la eurozona acumulan pérdidas en lo que va de año. Y peor les ha ido a los fondos de bolsa europea, donde los productos que han conseguido salvarse de las pérdidas se cuentan con los dedos de una mano. O de media...
La explicación más repetida por los gestores para justificar este mal año es que el mercado no ha discriminado entre buenas y malas compañías, ni ha diferenciado entre los países con problemas reales y los que no lo son tanto. Conclusión: todos los activos made in Europe han experimentado importantes retrocesos, por lo que la labor de los gestores se ha limitado a recortar esas pérdidas. Pero siempre hay excepciones. Y es que hay algunos, pocos, que sí han conseguido preservar el capital de sus inversores aun invirtiendo en la zona euro. ¿Quiere conocerlos?
Sin opciones en bolsa
Si hay un activo en el que ha sido difícil obtener una rentabilidad positiva en un contexto, como el de este año, ése es el de la renta variable. No en vano, los parqués se han convertido en los escenarios donde los inversores se han desquitado, primero de las revueltas árabes, luego del tsunami japonés, más tarde de amenaza de recesión en EEUU y siempre de la crisis de deuda en la zona euro. Si bien son muchos los gestores que han conseguido minimizar las pérdidas del EuroStoxx (un 35 por ciento acumula en 2011 pérdidas inferiores a las que atesora el principal índice europeo), ninguno, de los que invierten al menos un 70 por ciento en Europa, ha logrado preservar el capital de sus inversores. Bueno, casi ninguno.
La única excepción es BNP Paribas L1 Equity Europe Health Care. Este producto, que cuenta con cuatro estrellas por parte de Morningstar, centra su estrategia en la inversión en compañías ligadas al sector de salud, uno de los sectores más defensivos. Esta apuesta le permite convertirse en el único de los productos centrados en la bolsa europea que aguanta en positivo en lo que va de año, al anotarse una rentabilidad del 2,5 por ciento. Las compañías farmacéuticas son las que más han contribuido a este buen resultado, ya que suponen un 64 por ciento de su cartera, aunque la mayor sobreponderación la tiene en las compañías especializadas en distribución de materias sanitario y de servicios. Por títulos, los que más peso ocupan en su cartera son GlaxoSmithKline y Sanofi, con más de un 9 por ciento respectivamente. Ambas acumulan en 2011 rentabilidades superiores al 10 por ciento aunque sólo una, Sanofi, cuenta con una recomendación de compra por parte de los analistas del consenso de FactSet.
Aunque el fondo de BNP sea el único que consigue aguantar en positivo hay otros dos que, al perder menos de un 1 por ciento, también se pueden incluir en el selectísimo grupo de fondos que preservan el capital. Uno de ellos, Allianz Bolsa, incluso lo logra invirtiendo en uno de los mercados que más han penalizado los inversores: el español. Pese a tener en tres de los pesos pesados, Santander, BBVA y Repsol sus principales posiciones, pierde sólo un 0,69 por ciento. Cuenta con tres estrellas por parte de Morningstar.
No tan desolador es el panorama que han ofrecido los fondos de deuda europea. La alta diversificación de sus carteras ha permitido en la mayoría de los casos compensar las pérdidas que pudieran haber obtenido con su inversión en deuda de la periferia con las plusvalías de las emisiones de los países de centroeuropa. Esto explica que el 70 por ciento aguante 2011 con rentabilidades positivas.
Más rentables que los depósitos
Y no sólo eso. Muchos consiguen rentabilidades superiores a las de los depósitos más extratipados del mercado. Raiffeisen-Dynamic-Bonds es uno de ellos. Con su 6,81 por ciento de rentabilidad en 2011 se sitúa a la cabeza de los productos de renta fija europea más rentables del año. "Es un fondo que invierte según las tendencias del mercado y esa puede ser la clave de su rentabilidad", explica Gabriel Panzenböck, gestor del fondo. Es por ello que tiene sus principales posiciones en deuda emitida por el Estado alemán, una de las que más se ha beneficiado de la actual crisis de deuda europea. Además, invierte sobre todo en plazos largos, lo que le beneficia teniendo en cuenta la política de tipos de interés a la baja que están llevando a cabo los bancos centrales.
Similar estrategia de invertir en deuda pública de los países centroeuropeos es la que ha seguido KBC Renta Long. Este fondo invierte en bonos a largo plazo. A finales de marzo ya avanzaron en su informe trimestral que se plantearían reducir su exposición a los países de la periferia europea y concentrarse en deuda más segura. Y lo han hecho, ya que invierten el 60 por ciento de su patrimonio en bonos alemanes, franceses y holandeses. En 2011 gana un 6 por ciento.