Ninguno de los bancos españoles cuenta con una recomendación de compra para el consenso de analistas. El temor a no cumplir con las exigencias de capital impuestas desde Europa les hace temer ampliaciones de capital o desinversiones que no recojan todo el potencial de las participaciones u obligue a malvender los activos.
Los líderes europeos llegaron, por fin, a un acuerdo esta semana para proteger al sector bancario europeo de un posible impago de Grecia. Unas medidas que llegan casi un año y medio después de que se rescatara al país heleno y que cifran las exigencias de capital de las cinco entidades españolas "sistémicas" -Santander, BBVA, CaixaBank, Popular y Bankia- en 26.161 millones. Un cálculo que supone una cuarta parte de los 106.000 millones que estiman que requieran los 70 bancos europeos, pero que se podrá recortar a 17.000 millones una vez admitidos los bonos convertibles como capital básico. Los bancos españoles implicados han manifestado, mediante hecho relevante a la CNMV, que alcanzarán el capital exigido antes de junio sin necesidad de recurrir a fondos públicos para cumplir con el 9 por ciento de core capital Tier 1 impuesto desde Bruselas.
La cancelación de la reunión del Ecofin del pasado miércoles hizo presagiar más retrasos a la hora de tomar una decisión conjunta para solucionar el conflicto de deuda soberana periférica. Sin embargo, los resultados de la cumbre europea llegaron. Aparte de la recapitalización de la banca, Europa fijó finalmente una quita para la deuda griega del 50 por ciento al ser conscientes de que el país no tiene capacidad para pagar lo que debe. Un acuerdo que se suma a la decisión de incrementar el fondo de estabilidad financiera hasta un billón de euros, al anuncio de provisiones del 3 por ciento de la deuda soberana española y al acuerdo de que las convertibles computen como capital.
Esta última estrategia permitirá a la banca española aumentar capital y evitar ampliaciones de capital que puedan llevar asociadas diluciones. Y es que, según Moncloa, "las entidades españolas cuentan con unas obligaciones obligatoriamente convertibles por un importe de alrededor de 9.000 millones, que podrán utilizar para cumplir con sus nuevas obligaciones".
Peligros de la recapitalización
Mediante la venta de activos, computando las convertibles o ampliando capital. Éstas son las opciones que tiene la banca europea para recapitalizarse y no están exentas de riesgos aún haciéndolo de forma privada. Miguel Paz, analista de Unicorp, señala que "mayores exigencias de capital significan a priori más restricciones del crédito". Un temor que las entidades españolas y del resto del continente ya recogen en su cotización y en su valoración.
"Sus balances y fundamentales se van a deteriorar, pero las fuertes caídas acumuladas ya descuentan las posibles recapitalizaciones", asegura Daniel Pingarrón, analista de IG Markets. Una premisa que ya se estaba cumpliendo previamente a la cumbre europea, ya que el consenso de mercado, recogido por FactSet, ha deteriorado un 2,6 por ciento la valoración de la banca española y un 11 por ciento el beneficio acumulado previsto para 2012 y 2013 desde finales de julio. Por no hablar de las recomendaciones que asignan los expertos, donde ni siquiera Santander evita la degradación y coquetea en algunas sesiones con el consejo de venta.
Entre las entidades consideradas sistémicas -BancoSantander, BBVA, CaixaBank, Popular y Bankia- es Popular la que más ha visto deteriorado sus fundamentales. No es la entidad que más capital adicional necesita, ya que la Autoridad Bancaria Europea (EBA) ha detallado que Popular necesita captar 2.362 millones (597 millones de ellos corresponden al ajuste de la deuda soberana), pero el tijeretazo en el precio objetivo ronda el 18 por ciento y el 16 por ciento si hablamos del beneficio acumulado.
El impacto que puede tener la crisis de deuda y una recapitalización en sus negocios también han repercutido y notablemente en los dos principales bancos españoles. Las necesidades de capital del Santander y BBVA suponen alrededor del 84 por ciento de las requeridas al conjunto de la banca española. El banco presidido por Emilio Botín precisaría 14.971 millones, aunque indicó que tiene una necesidad de recapitalización de 5.224 millones de euros considerando las convertibles -8.497 millones- y el core Tier I generado en el tercer trimestre. Y es que en el mercado se rumorea con que el Santander haya sido la gran beneficiado de que las convertibles computen como capital, ya que serían en principio las que estarían dentro del plazo fijado por Bruselas y les permitiría reducir considerablemente la recapitalización.
El importe de capital que deben captar es elevado, pero según la entidad lo obtendrán sin ampliar capital y manteniendo su política de retribución de 0,6 euros por cada acción. Pese al cálculo nada ventajoso para el banco y a los recortes del 13 por ciento en el beneficio de 2012 y 2013 y del 16 por ciento en materia de valoración, la entidad cántabra asegura "tener el objetivo de alcanzar el 10 por ciento de core capital", un punto más de los exigido por Europa.
BBVA también confía en que alcanzará las exigencias de capital "a través de la generación orgánica de capital". En esta ocasión la EBA apunta que la entidad azul requiere una recapitalización de 7.087 millones (1.912 millones proceden del riesgo soberano). Sin embargo, al igual que Santander, no elude los recortes desde hace tres meses. Las previsiones de los expertos apuntan, por ejemplo, a que acumulará un 12 por ciento menos en el beneficio acumulado de los próximos dos años.
Los descensos de doble dígito en previsiones de beneficio también se producen en CaixaBank, aunque resulta ser la entidad española a la que solicitan menos capital adicional, apenas 602 millones. El caso de Bankia es más complejo, porque la EBA asegura que su matriz precisa 1.140 millones. Un importe que podría captar haciendo alguna desinversión, como las participaciones de IAG o, si no, de NH, Deoleo y Realia.