Bolsa, mercados y cotizaciones

La prima de riesgo rubrica su mayor descenso en tres meses

Cuando los mercados bajaron la persiana el miércoles, nada hacía presagiar que la cumbre de Bruselas iba a deparar nada de sustancia. Cuando la levantaron en la mañana del jueves, lo hicieron con un inesperado acuerdo aún caliente, puesto que fue alcanzado de madrugada. La sorpresa de las novedades alumbradas con nocturnidad por los líderes europeos para reforzar el fondo de rescate, recapitalizar los bancos europeos y definir el segundo rescate de Grecia y la quita de la deuda helena sentó de maravilla en los bonos periféricos.

La jornada se saldó con un notable descenso de los rendimientos, que bajan cuando el precio de los títulos sube con motivo de las compras. En el caso español, la rentabilidad de los bonos a 10 años cayó del 5,48 al 5,32%. Esta caída propició a su vez que la prima de riesgo, medida por la diferencia entre la rentabilidad de los bonos españoles y alemanes a 10 años, se moderara de los 344 a los 312 puntos básicos -ó 3,12 puntos porcentuales-. Fue el mayor retroceso diario de la prima española desde el 8 de agosto, es decir, desde que el Banco Central Europeo (BCE) decidió intevenir para comprar títulos españoles en el mercado.

La relajación se propagó a los seguros contra el impago de la deuda española (CDS). Cayeron de los 380 a los 323,6 puntos básicos, con lo que se situaron en su nivel más bajo desde finales de julio.

El respiro se contagia

El alivio registrado en la deuda española no fue la excepción, sino la reacción predominante en toda la deuda periférica. La prima de riesgo de Portugal cayó de los 1.029 a los 987 puntos básicos; la de Irlanda, de los 617 a los 600 puntos básicos; la de Italia, de los 389 a los 367 puntos básicos; y la de Bélgica, de los 223 a los 199 puntos básicos. También la de Grecia se dio un respiro: bajó de los 2.329 a los 2.114 puntos básicos.

Fuera de la deuda más expuesta a los problemas, la prima de riesgo de Francia se estrechó de los 103 a los 92 puntos básicos. En su caso, la caída fue consecuencia del histórico repunte de la rentabilidad de los bunds alemanes. Tras servir de refugio en las últimas semanas, los inversores vendieron ayer los títulos alemanes, una reacción que disparó el rendimiento de sus bonos del 2,04 al 2,20%, un incremento de 16 puntos básicos o un 8,3% en un único día que no tiene precedentes desde que existe la eurozona.

Tras la euforia, prudencia

Pese a la calurosa acogida que los inversores tributaron a las medidas anunciadas por los líderes europeos, los expertos son cautos. "Debemos ser prudentes sobre la primera lectura positiva del acuerdo alcanzado. Nos queda todo el mes de noviembre para conocer (y contrastar con las promesas dadas) los detalles que ahora nos faltan. Y la zona euro no tiene un buen historial sobre sorpresas positivas en este sentido", avisa José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España. "La euforia es lógica, puesto que no se descontaba que se anunciasen [las medidas] al completo, pero la prudencia sigue siendo razonable", recomienda igualmente Miguel Paz, de Unicorp.

En términos similares, Marie Diron, economista del Ernst & Young Eurozone Forecast, reclama que las autoridades sigan trabajando. "Este acuerdo no solucionará esta crisis de una vez y para siempre. Los detalles de los acuerdos aún deben ser renegociados y estas iniciativas aún no impiden el riesgo de contagio a otros países", sentencia.

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