La deuda tiene un precio. Y éste es más alto cuanto mayor es la cantidad de dinero que pretende conseguir el emisor. España sintió la realidad de esta ecuación en la subasta que realizó ayer. El Tesoro Público salió al mercado para emitir letras a 3 y 6 meses, operación con la que se había propuesto captar entre 2.500 y 3.500 millones de euros. A diferencia de las últimas subastas, en esta ocasión el organismo apuró esa horquilla, puesto que logró 3.479,1 millones. A cambio, los costes de la colocación se dispararon.
En concreto, las letras a tres meses se encarecieron un 35% con respecto a la anterior adjudicación. Si en septiembre se subastaron a un interés medio del 1,69%, ayer lo hicieron al 2,29%. En el caso de los títulos a seis meses, la factura subió un 24%, desde el 2,66% de hace un mes al 3,30% de ayer. En ambos casos, esos incrementos provocaron que el Tesoro abonara los rendimientos más altos desde 2008.
Otro factor fundamental que repercutió en el resultado de la operación residió en la demanda. Si en septiembre alcanzó los 10.380 millones de euros, ayer se limitó a 9.666 millones. Este retroceso provino de la caída de las peticiones en los títulos a seis meses, que cayeron en casi 1.000 millones de euros. Este hecho, combinado con el mayor afán financiador del Tesoro, redundó en el encarecimiento de la operación y dejó su huella igualmente en el número de veces en que la demanda superó la oferta. Mientras que en el caso de las letras a tres meses esta proporción subió de las 2,47 a las 3,07 veces, para los títulos a seis meses cayó de las 3,95 a las 2,59 veces.
La subasta estuvo mediatizada por la incertidumbre que envuelve a la deuda periférica a la espera del resultado con el que se salde la cumbre europea de hoy. Como aperitivo, la prima de riesgo de España, medida por la diferencia entre la rentabilidad de los bonos españoles y alemanes a 10 años, se acercó ayer a los 350 puntos básicos después de que el rendimiento de los títulos españoles se mantuviera por encima del 5,5%, con lo que permanece en su nivel más alto desde que el Banco Central Europeo comenzó a comprar bonos españoles en agosto.
Sin descanso
El Tesoro volverá a la actividad el próximo jueves, 3 de noviembre, fecha en la que subastará bonos a cinco años. En septiembre, estos títulos se emitieron con una rentabilidad media del 4,49%.