Bolsa, mercados y cotizaciones

El partido decisivo para un 'rally' alcista se juega en Europa

Los expertos consideran que, para que el último trimestre del año sea positivo en el Ibex, primero es necesario que las autoridades europeas atajen la crisis con un plan creíble qu eincluya la compra de activos de renta fija y la inyección de dinero para proveer al continente de liquidez.

Tradicionalmente, el mes de octubre suele ser la fecha psicológica en la que se da el pistoletazo de salida al rally alcista de fin de año de los mercados. Revisando el comportamiento del Ibex 35 en los últimos 15 años, por norma general cuando el año termina con signo bajista, no se produce un rally de Navidad, mientras que cuando el año ha sido alcista, sí se ha producido un sprint de la bolsa durante el último trimestre. Y, recordemos, en lo que llevamos de 2011 el indicador retrocede más del 12 por ciento. Aunque la mayoría de los analistas consultados por este diario creen que el selectivo español ya ha hecho suelo en el año, donde hay dudas es en torno a si efectivamente el balance de los últimos tres meses de año sea positivo.

En cualquier caso, el condicionante sine qua non al que apuntan los expertos para que el Ibex 35 termine 2011 en positivo es que se resuelva la hidra de varias cabezas que es la crisis de la deuda soberana que está azotando a Europa. Y las expectativas están muy altas, ante la inminente reunión del Eurogrupo. Para muestra, un botón: el jueves, al conocerse los desacuerdos entre Alemania y Francia de cara a la celebración de la cumbre, las bolsas europeas, y en especial las periféricas, cerraron con caídas sustanciales. Emmanuel Petit, de Rothschild, señala tres medidas a las que el Viejo Continente puede recurrir para tranquilizar a los mercados con "un plan creíble", que son: "compras masivas de deuda periférica por el BCE, (similar a los programas QE de la Fed en EEUU); el fortalecimiento del fondo de rescate con el apoyo alemán; y como último recurso la creación de eurobonos", aunque esta opción está prácticametne descartada entre los políticos. Según Petit, "estos elementos sugieren que un cambio en el sentimiento económico es posible y que después de haberse anticipado a lo peor, los mercados podrían revisar sus perspectivas hacia un escenario de crecimiento moderado, que sería la mejor manera de reducir los desequilibrios sin incrementar la presión en los tipos de interés".

Las declaraciones de Juan Ramón Caridad, de Swiss & Global, están en la misma línea: "Los bancos centrales están dispuestos a poner encima de la mesa una cantidad de dinero suficiente como para disipar cualquier crisis de liquidez. Se ha estado descontando un escenario tan negativo, la vuelta a la recesión, que simplemente con que no se produzca ya será positivo".

A pesar incluso de que se cumpliera este manual de buenas intenciones para arreglar Europa, hay analistas que siguen mostrándose precavidos. Dave Fishwick, de M& G, aporta estas razones: "Creemos que las verdades implicaciones de la crisis de la eurozona todavía se tienen que reflejar en muchos de los activos que están más expuestos a este riesgo. La deuda soberana de los países del norte de Europa, como Bélgica, Alemania, Holanda y Francia, parece particularmente vulnerable, a pesar de que sus CDS no lo reflejan por completo".

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