Bolsa, mercados y cotizaciones

No tema a la garra del oso: gane cuando la bolsa cae

El oso, el general de los inversores bajistas, quiere reclutarle para su causa. No desatienda su llamada porque le hará ganar dinero si los parqués se derrumban. Los fondos cotizados, los contratos por diferencias, los futuros, las opciones y los warrants son las armas secretas de su ejército.

Juan y Manolo llevan un año sin verse, pero piensan continuamente en llamarse para celebrar lo bien que les van las inversiones. Así que el día que se encuentran en una concurrida calle no pueden hacer otra cosa más que tirarse en brazos el uno del otro. "Desde luego que estuvimos acertados con las inmobilarias en 2007, ¿tú cuánto ganas?", le pregunta el primero al segundo. Ni es un chiste, ni Juan y Manolo están locos, ni se consuelan recurriendo al humor negro... es que viven en el mundo al revés.

A mal tiempo buena cara

El año pasado, estos amigos recibieron una llamada de alistamiento del oso y se unieron al ejército de los bajistas. Y ganaron la batalla en el campo de las constructoras, las inmobiliarias o la banca. Unas victorias que han mejorado el ánimo de la tropa formada por los inversores que esperan caídas en bolsa, que ya se han colgado algunas medallas por las escaramuzas en las que han salido victoriosos en el recién estrenado 2008.

El Ibex 35 lo recordará porque ha sido el peor arranque de un ejercicio desde 2000. Hoy por hoy cotiza en pérdidas respecto a 2007 y los bajistas -al menos a corto plazo- se fortalecen en su plaza. La temporada de resultados puede ser otra pugna de la que podrían salir victoriosos. UBS Wealth Management augura que se verán revisiones a la baja de las expectativas de beneficios "con sus consecuentes cambios en las valoraciones y revisiones a la baja de los precios objetivos", apunta Roberto Ruiz, director de estrategia de la entidad.

Unas turbulencias que pueden dañar a los alcistas que se queden en las filas del toro, así que no se atrinchere. Se puede ganar cuando la bolsa cae, basta con pertrecharse con las armas adecuadas. No es necesario abandonar los mercados, sino arrimarse al árbol que más calienta. Eso es lo que hicieron Juan y Manolo y ya ve cómo están dando saltos.

Fondos: cotizados inversos

El arma secreta de los dos amigos fueron los ETF. Existen fondos cotizados, productos de inversión colectiva cuyas participaciones se compran y venden en bolsa como si de una acción se tratara, que ganan cuando los activos a los que referencian caen. Son los ETF inversos, que permiten contratar algunos brokers, como Renta 4. Juan y Manolo pusieron sus ahorros en el Ultra Short Real Estate Prohs, que cotiza en el mercado AMEX norteamericano.

En los últimos seis meses, este producto -aprovechando el descalabro del sector inmobiliario en Estados Unidos- gana más de un 60% gracias a que se trata de un producto superbajista: busca obtener "resultados diarios de inversión que correspondan al doble (200%) del inverso (opuesto) al índice Dow Jones Real Estate", se describe.

Así, si el índice cae un punto porcentual, el ETF buscará ganar un 2%. Evidentemente, cuando el índice suba un punto porcentual, el fondo cotizado también caerá dos puntos porcentuales. Sólo es útil, por lo tanto, para cuando cae la bolsa. Renta 4 permite contratar ETF inversos sobre índices como el Eurostoxx 50, Cac 40, Dax alemán, Dow Jones, Nasdaq 100, S&P 500, S&P Midcap 400, FTSE/XINHUA China 25 y sectoriales referenciados al Petróleo y Gas, Sector Inmobiliario y Sector Financiero.

CFDs, oportuna novedad

Las primeras victorias del oso sobre el toro -el símbolo del mercado alcista- han coincidido con la puesta de largo en España de una de sus armas de última generación: los CFD -contratos por diferencia-. Una denominación que describe cómo se gana dinero con ellos: por la diferencia entre el precio de inversión en uno de estos productos frente al de desinversión. Es el mismo cálculo a realizar con las acciones. No obstante, a diferencia de los títulos, ofrecen la posibilidad de ganar cuando un valor cotizado cae, por lo que son herramientas útiles cuando la bolsa tropieza.

Por ejemplo -como el CFD replica la evolución del precio de un activo, sea acciones, índices, materias primas...- si un inversor hubiera "vendido" un CFD sobre FCC (FCC.MC) en enero de 2007, ganaría alrededor de un 40%, que es lo que pierde la acción de esta empresa en bolsa en doce meses. Una rentabilidad a lo que habría que restar el coste de la operativa, que depende de cada comercializadora de CFD -pertenecen a entidades privadas-.

Algunas de las emisoras de CFD no cobran comisión de intermediación. Éstas, para rentabilizar su negocio, no permiten vender o comprar el producto exactamente al precio que elige el cliente, sino que ofrecen una horquilla. Ganan con el arbitraje que realizan en el mercado. Otras cobran intermediación, pero sí permiten elegir el precio exacto. Interdin, la entidad pionera en España en ofrecer de CFD sobre acciones españolas, cobra un 0,1% sobre el importe de cada operación; lo mismo que IG Markets, una de las primeras entidades extranjeras en traerse su negocio de CFD a España.

Esta última, además, los comercializa sobre acciones internacionales, materias primas, divisas, índices... Al usarlos, no olvide algunos trucos: "Si se invierte a la baja con CFD debe tener en cuenta la fecha de pago de dividendos, porque tendrá que desembolsar de su bolsillo el 100% de la remuneración si tiene abierta la posición. Por ello, es mejor cerrarla el día antes de la fecha de pago para no asumirlo", revela Daniel Roji, responsable de clientes privados de IG Markets en España.

No obstante, su primera recomendación es ser muy prudente, porque el mayor riesgo de los CFD es olvidar el capital que se invierte. Los emisores financian las operaciones y los inversores no desembolsan todo el capital, sino un porcentaje, que depende de la liquidez y volatilidad del valor o de si se deja la operación abierta o cerrada al cierre de sesión, pero sí se asume el riesgo por todo el importe de la operación.

Por ejemplo, para comprar 100 telefónicas en bolsa un inversor tendría que invertir casi 2.300 euros. Para exponerse a lo que hagan ese mismo número de títulos de la teleco con CFD sólo hay que poner -a priori- alrededor de 230 euros. Pero se gana o se pierde lo que hagan todas las acciones. Si Telefónica (TEF.MC) cae un 15%, las pérdidas habría que calcularlas sobre 2.300 euros; es decir ascenderían a 345 euros; más de lo que se ha depositado. "Nunca recomendaría poner el 100% de sus ahorros en CFD porque puede perder más de lo que tiene", afirma Roji. La alternativa, si no se quiere asumir más riesgo que el de la propia inversión, es, por ejemplo, colocar el resto del dinero, el que no no se deposita como garantía, en un activo sin riesgo y con liquidez.


Opciones para inexpertos

Los derivados tradicionales son otras herramientas útiles para los bajistas, tanto en su versión de opciones, como en la de los futuros. No obstante, un producto es distinto al otro. "Las opciones limitan el riesgo porque lo más que se puede perder es el capital invertido; lo que se paga por la prima", explica Alfredo Barrios, del departamento de futuros y opciones de CM Capital Markets y el importe de esa prima -que equivale al derecho a vender -si se es bajista- a un precio y fecha determinada 100 acciones del valor que se elija- no suele ser muy alta. Las más elevadas que se pagan ahora rondan los 2,5 euros.

Lo más barato es comprar las opciones emitidas al precio más cercano al de la cotización de la compañía en bolsa. Para Francisco López, experto en derivados, "las opciones son el producto más sencillo para los inversores que nunca hayan invertido a la baja".

Para beneficiarse si un título cae, lo que se debe adquirir es un opción put (de venta) y es necesario desprenderse de ella antes del plazo de vencimiento para ganar lo que, si se acierta con la tendencia, suba la prima. No adquiera muchos contratos, aunque sean baratos, para asegurarse tener liquidez. Los de grandes compañías suelen serlo más.


Más 'warrantmaníacos'

En 2007, estos productos negociaron 5.000 millones de euros, un 74% más que en 2006. Los bajistas adquieren warrants put. Este producto da el derecho a vender o comprar el subyacente a un precio y un plazo, pero, a diferencia de las opciones se liquidan por diferencias en el precio.

¿Cuál es su reclamo? La elasticidad. "Un producto con una elasticidad de 10 ganará diez veces lo que suba el subyacente", explica Francisco López, responsable de formación en productos cotizados de Société Générale (GLE.PA). Si es bajista, ganará 10 veces lo que caiga el subyacente. La inversión expuesta se limita a lo que se paga por ellos. Cotizan en bolsa y se adquieren y venden a través de brokers.

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