Los índices han terminado en máximos de la semana pero no podemos olvidar el amplio hueco bajista del lunes pasado. Dijo Nietzsche que la ventaja de tener mala memoria consiste en que se goza muchas veces con las mismas cosas. Pues bien, si esto lo trasladamos al mercado podríamos decir que tener mala memoria le hace a uno disfrutar mientras le queda dinero en cuenta.
Los analistas técnicos, a no ser que tengamos una memoria prodigiosa, nos ayudamos de los gráficos para que sean éstos los que nos ayuden a recordar lo olvidado. ¿Por qué decimos todo esto? Es sencillo, lo vivido la semana pasada no es la primera vez que ocurre y nos hace temer que muchos solamente recuerden la última parte de lo sucedido, esto es, la maravillosa recuperación desde los mínimos del lunes y que dejó a los principales índices internacionales el viernes en máximos de la semana.
Esto es una señal inequívoca de fortaleza en la tendencia alcista, que no ponemos en duda, pero no queremos que olviden el amplio hueco bajista que se generó el lunes en la apertura. Habrá un día que en vez de asistir a una recuperación las caídas tengan continuidad y ese momento, que llegará, todos aquellos que no sean capaces de reaccionar y tienten a la suerte, es probable que asuman unas pérdidas que posteriormente serán difícilmente recuperables.
El lunes pasado el mercado lanzó la primera señal de alerta y nos advierte de que el día que vengan mal dadas la presión vendedora puede provocar cuantiosas pérdidas que no queremos asumir. El mercado no es traidor ya que nos está advirtiendo de que la tendencia alcista podría estar dando sus últimos coletazos a corto y nos ha permitido elevar la referencia de soporte crítica a los mínimos marcados la semana pasada. Perderlos confirmaría un giro bajista sensible. Mientras no los pierda sigamos disfrutando pero cuidado con esa memoria