
La decisión del Ejecutivo de cancelar al salto al parqué de Loterías impedirá que el Tesoro Público se tome un respiro en su actividad emisora en el último trimes- tre del año.
La cantidad que el Estado hubiera conseguido con la colocación hubiera servido para aligerar la creciente carga que supone la deuda pública, que está previsto que equivalga al 67,4% del Producto Interior Bruto (PIB) a finales de 2011.
En concreto, ese dinero se hubiera empleado o bien para amortizar deuda por anticipado o bien para reducir las pretensiones de financiación en cada subasta del Tesoro.
Tal como recoge la presentación de septiembre realizada por el Ministerio de Economía y el Tesoro Público, el objetivo de la operación consistía en conseguir entre 7.000 y 9.000 millones de euros para el Estado. Sobre esta base, en ese mismo documento se afirmaba que "las privatizaciones y nuevas medidas de ajuste fiscal implican menos necesidades de financiación de las inicialmente proyectadas en el programa de enero de 2011". Y esta misma semana, Juan Manuel López Carbajo, secretario de Estado de Hacienda, había afirmado que el dinero extra procedente de las privatizaciones de Loterías y Aena podría haber servido para reducir el volumen de algunas emisiones, "aunque no de forma radical".
Normativa europea
Sin el colchón que hubiera supuesto la operación, el Tesoro tendrá que seguir empleándose a fondo en el último trimestre del año para conseguir los objetivos de financiación propuestos para este ejercicio. Para ello, le quedan por emitir 51.500 millones de euros para conseguir la meta de 190.000 millones definida en la Estrategia de Emisión de 2011. Sobre todo, se la jugará con la deuda a largo plazo, de la que procederá la financiación neta total (47.200 millones de euros) del año. Por el momento, eso sí, tiene la espalda cubierta, porque según los últimos datos cuenta con 48.100 millones en su hucha del Banco de España, por encima de los 40.000 millones de deuda a corto y largo plazo que vencerán aún en 2011.
Esta necesidad de tener que seguir recurriendo a las emisiones para financiarse en un contexto como el actual encarecerá la factura procedente de los intereses de la deuda pública, que este año alcanzará el 2,7% del PIB y que en 2012 superará con toda seguridad el 3%. Por tanto, la cancelación nutrirá el déficit total futuro al incrementar los costes de financiación. En todo caso, donde no repercutirá la suspensión -como tampoco lo hubiera hecho la colocación- es en el déficit de este año, tal como reconocieron ayer fuentes del Ministerio de Economía. En este sentido, hay que tener en cuenta que la normativa europea vigente establece que los ingresos procedentes de las privatizaciones -Enajenación de inversiones reales- no repercuten en el déficit, sino en la deuda pública.
Aviso a otros periféricos
Además, el aplazamiento de la colocación de Loterías supone un aviso para otros países periféricos, como Grecia, Portugal e Italia, que también tienen previsto privatizar empresas para lograr más ingresos.