BRESLAVIA, Polonia (Reuters) - El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, recibió una fría respuesta de las autoridades europeas al instarlas a apalancar su fondo de rescate para abordar mejor la crisis de la deuda y a actuar con una sola voz.
En una reunión de 30 minutos con los ministros de Finanzas de la zona euro, Geithner presionó para que el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF en sus siglas en inglés) sea incrementado con el fin de darle más capacidad para combatir la maldición de la deuda del bloque, dijo un alto funcionario de la zona euro.
Un analista cercano a la propuesta dijo que esta implicaría que el EFSF garantice un porcentaje, quizás un 20 por ciento, de las pérdidas potenciales sobre la deuda del bloque, de manera que su capital se ampliaría en la práctica hasta cinco veces más.
La presencia de Geithner en la reunión muestra la enorme preocupación de Washington, aunque los ministros fueron reacios a que Estados Unidos les dijera qué hacer a los 17 países de la zona euro y a sus encargados de Finanzas.
"Él expresó dramáticamente que necesitamos comprometer más dinero para evitar que el sistema entre en dificultades", dijo la ministra de Finanzas de Austria, Maria Fekter, a los periodistas tras la reunión.
Sin embargo, una autoridad aclaró que la propuesta de Geithner sobre el apalancamiento del EFSF no había sido ni rechazada ni respaldada.
"Está siendo discutida", aseguró el funcionario, haciendo hincapié en que la prioridad es que los parlamentos nacionales de los estados miembros ratifiquen los nuevos poderes del EFSF acordados en julio para poder dar crédito a países que sean atacados por los mercados y comprar bonos soberanos para respaldar a esos estados.
Jean-Claude Juncker, presidente del Eurogrupo, aseguró que no está dispuesto a discutir asuntos privativos de la zona euro con alguien de fuera del grupo.
"No estamos discutiendo la expansión o el incremento del EFSF con alguien que no es miembro de la zona euro", declaró a la prensa.
En otra noticia que podría tener implicaciones para la sostenibilidad de la deuda griega, fuentes financieras dijeron a Reuters que menos de un 75 por ciento de los acreedores privados han accedido a participar en el canje de deuda destinado a mantener a flote a Atenas, muy por debajo del 90 por ciento esperado.
La medida es una parte vital del segundo rescate para Grecia acordado en julio.
FIN DE LAS HABLADURÍAS
Con la mayoría de los economistas indicando que es inevitable una suspensión de pagos en Grecia y puesto que la economía italiana, de mayor dimensión, aún está en la línea de fuego pese a la aprobación de parte del Parlamento de un nuevo paquete de medidas de austeridad, la presión está sobre la mesa.
Un sondeo de Reuters que entrevistó a más de 50 economistas en toda Europa estimó en un 65 por ciento las probabilidades de que Grecia caiga en suspensión de pagos, y la mitad de ellos que creen que ocurriría en un plazo de 12 meses.
Por su parte, Geithner dijo ante un grupo de autoridades monetarias tras la reunión que la UE tiene que dejar las "habladurías" sobre una ruptura de la zona euro y trabajar de forma más unida con el Banco Central Europeo para encontrar soluciones.
"Lo que ha sido muy perjudicial (en Europa) desde afuera no son las divisiones en torno al debate amplio, en torno a la estrategia, sino en torno al conflicto actual entre gobiernos y el banco central y ambos necesitan trabajar juntos para hacer lo que sea necesario para la solución de cualquier crisis", dijo.
El BCE acordó con renuencia el mes pasado comprar bonos de Italia y España después que ambos países fueron blanco de ataques del mercado ante el entendimiento de que el fondo de rescate del bloque, el EFSF, pronto desaparecería.
En la rueda de prensa posterior a la reunión a solas de los ministros de Finanzas para discutir los detalles de la crisis, Juncker y el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, se concentró en cómo se aplica la ayuda a Portugal e Irlanda, y en la necesidad de que Grecia cumpla estrictamente con sus compromisos.
Los inspectores del BCE, la UE y el FMI deberán informar de los progresos del país heleno en octubre, dijo Rehn, lo que implica que el próximo tramo de ayuda para Grecia podría entregarse a mediados de octubre.
Un funcionario del Gobierno griego dijo que los encargados de la misión de la UE y el FMI no llegarían a Atenas el lunes, como estaba estipulado, para concluir su revisión al desempeño griego debido a motivos técnicos y que en cambio sostendrían una conferencia telefónica con el ministro de Finanzas.
"La intención es cumplir con las metas fiscales de este y el próximo año sin retraso, sin excepciones", dijo el ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos.
Sin nuevos anuncios espectaculares sobre política económica, el euro cedió algunas de las ganancias acumuladas en la sesión previa, cuando el BCE y otros bancos centrales unieron sus fuerzas para ofrecer más liquidez en dólares a los bancos con dificultades para asegurarles fondos.
"Todos los titulares que salen de la reunión de ministros de Finanzas son bastante negativos y la resistencia del euro tras la acción coordinada de los bancos centrales del jueves parece estar cediendo", aseguró Jeremy Stretch, director de estrategia de monedas en CIBC World Markets.
Entre los asuntos que los ministros de Finanzas deben tratar de resolver es una desavenencia sobre los términos de un segundo rescate para Grecia, ya que países como Finlandia piden garantías a cambio de los nuevos préstamos, lo que representa un obstáculo mayor para el acuerdo.
Un asesor del ministro de Finanzas de Finlandia Jutta Urpilainen dijo que hoy no se llegaría a ningún acuerdo y que probablemente no se resuelva la disputa hasta octubre.
/Por John O'Donnell y Robin Emmott/