
El diferencial de los bonos españoles a diez años con respecto a sus homólogos alemanes ha comenzado la jornada con subidas y se sitúa en los 328 puntos básicos, aunque ha llegado a marcar un máximo por encima de los 329, desde los 311 puntos en los que cerró el pasado viernes.
La rentabilidad de los títulos españoles repunta también hasta el 5,163%, mientras que el interés del bund germano marca un mínimo de récord en el 1,9%, por debajo del 2%, un nivel del que ya se bajó a lo largo del viernes y que se debe a la creciente afluencia de inversores en busca de activos seguros.
La situación de la deuda soberana de Italia es incluso peor que la española. La presión de los mercados empuja a los bonos a diez años italianos por encima de los 370 puntos básicos y la rentabilidad exigida se eleva al 5,456%.
Falta de acuerdo
Las nuevas dudas sobre la solvencia de Grecia acabaron el pasado viernes con el efecto calmante de la decisión adoptada a comienzos de agosto por el BCE de comprar bonos españoles, italianos y portugueses.
Tampoco ha ayudado a recuperar la confianza de los mercados la incertidumbre sobre el plan del gobierno de Berlusconi para meter en cintura el déficit del país. El propio Jean-Claude Trcihet ya ha advertido sobre la importancia de que Italia demuestre su compromiso con los objetivos de su plan de austeridad. Al mismo tiempo, Grecia insiste en reclamar la activación urgente de su nuevo plan de rescate
"Está empezando a parecer el el principio del fin de la zona euro", indica a Bloomberg un analista de Smith & Williamson Investment Management. "Las autoridades no son capaces de aceptar la realidad. Los errores estructurales de la zona euro hacen difícil obtener una respuesta coordinada. Los líderes deben ser más rápidos y más contundentes o el mercado impondrá sus propias soluciones", añade el experto.