CARACAS (Reuters) - Los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Venezuela, Hugo Chávez, acordaron el jueves acelerar la construcción de una refinería dentro de un conjunto de convenios de cooperación económica, pero dejaron una incógnita sobre temas políticos que rodean a sus gobiernos y que habían colmado las expectativas sobre el encuentro.
Por su parte, Lula habló con su homólogo tras haber sufrido una dura derrota en la madrugada del jueves, cuando el Senado brasileño rechazó la prórroga de un tributo a las operaciones financieras, lo que implicará una merma significativa de los ingresos fiscales.
Los gobernantes sellaron pactos en áreas de salud y petroquímica, y afinaron los detalles para una refinería conjunta que están levantando en la localidad brasileña de Pernambuco, a la que Caracas planea enviar 100.000 barriles diarios de crudo mejorado de la Faja Petrolífera del Orinoco.
En este proyecto, la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) ostentará un 40 por ciento y su homóloga Petrobras un 60 por ciento.
El mandatario brasileño, por su parte, calificó la reunión de "gratificante" y respaldó nuevamente la gestión de Gobierno de su colega venezolano a favor de los pobres.
"No sirve de nada que sólo crezca un país (...). Necesitamos crecer juntos", acotó Lula, quien animó a sus empresarios a explorar posibilidades de inversión en Venezuela.
Lula, un pragmático líder socialista y quien cultiva las relaciones con Estados Unidos, soportó este año las críticas de Chávez y del líder cubano Fidel Castro por su alianza con Washington para promover los biocombustibles.