
Tras abrir con un descenso del 2%, las caídas se han ido acentuando en el índice Nikkei de la Bolsa de Tokio, que ha llegado a perder cerca del 4%,y que finalmente ha cerrado con descensos del 3,7%. Las renovadas preocupaciones por el estado de la economía de Estados Unidos y Europa está matando a las bolsas. En Wall Street su principal índice, el Dow Jones, cedió el 4,3%. | El Ibex 35 se dejó un 3,9%.
Poco después de la apertura, la caída del Nikkei superó incluso el 4% y el índice registró su nivel más bajo desde el 18 de marzo, como secuela del terremoto del 11 de marzo que devastó el noroeste de Japón, dejó 20.000 muertos o desaparecidos, y remeció la tercera economía mundial.
El índice ampliado Topix de todos los títulos del primer tablón abandonaba por su lado un 3,30%, perdiendo unos 27 puntos a 799 puntos.
Finalmente,el índice Nikkei cayó al cierre 359,30 puntos, o un 3,7%, para colocarse en los 9.299,88 enteros. El índice Topix, de todos los valores de la primera pizarra, perdió el 3,07%, cediendo 25,40 puntos a 800,96 puntos. La actividad fue intensa, con 2.510 millones de acciones negociadas en el primer mercado.
En Corea del Sur, el índice Kospi cerró hoy con una pérdida de 74,72 puntos, el 3,70%, y terminó la sesión en 1.943,75 unidades. El indicador de valores tecnológicos Kosdaq cayó 26,52 puntos, un 5,08%, y se situó en 495,55 puntos.
El jueves, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, anunció que su institución iba a realizar nuevas compras en el mercado de la deuda, pero su discurso no calmó a los inversionistas angustiados por la disparada de las tasas obligatarias españolas e italianas.
Las principales plazas europeas cayeron todas más del 3% en el cierre. París perdió un 3,90%, su mayor caída en dos años, al término de su novena jornada de bajadas consecutiva, algo que no sucedía desde 2002. Londres cedió un 3,43% y Francfort 3,40%. En Nueva York, el Dow Jones abandonó 4,31%.
Preocupación renovada sobre el yen
Además, en Tokio, los inversores se preocupan de nuevo por el vigor del yen, que se aprecia al ser buscado como activo refugio contra las incertidumbres actuales.
Ayer, el gobierno japonés intervino en el mercado de divisas, vendiendo en forma masiva yenes, en particular frente al dólar, con el objetivo explícito de debilitar a la moneda nipona. Además, el Banco de japón anunció una ampliación de su programa de compra de activos, lo que debía contribuir a depreciar la divisa.
En las últimas semanas, el yen roza su nivel más alto frente al dólar desde 1945 (76,25 yenes por dólar el 17 de marzo), lo que reduce el margen de las empresas japonesas en el extranjero y amenaza la recuperación económica nipona, ya afectada por el terremoto del 11 de marzo.
El dólar subió pasajeramente el jueves por encima de los 80 yenes, un nivel considerado aceptable por las niponas, pero luego volvió a caer.