Bolsa, mercados y cotizaciones

La victoria electoral de Putin impulsa los fondos: más vale malo conocido...

Los productos de acciones rusas celebran 'que nada cambia' con una semana de fuertes ganancias. Los mercados apuestan por la estabilidad para que siga el crecimiento económico, lo que además se ve reforzado por la amplitud de la victoria. Parece que a los fondos no le importan las dudas que ha generado el proceso electoral en el mundo occidental.

"Parece muy probable que Vladímir Putin siga siendo una figura clave en la política rusa en el futuro próximo. Y esto ha sido visto de un modo muy positivo por el mercado, ya que la estabilidad política está considerada como la piedra angular para el crecimiento económico". Esta frase no es de un gran político occidental ni de un prestigioso sociólogo, sino de alguien mucho más importante para los inversores en Rusia: Jon Olov Olsson, el gestor de uno de los fondos más rentables en la última semana de los que invierten en el país, el ABN Amro Russia Equity.

Y, aunque la cita estaba pronunciada antes de las elecciones del pasado domingo, esta tesis se confirmó aún más con la incontestable victoria electoral del líder ruso. Su partido obtuvo más del 60 por ciento de los sufragios en las elecciones legislativas, una victoria que le permitirá ejecutar su gran plan: ser elegido como primer ministro ruso ahora que ya no puede optar al cargo de presidente por haber agotado el máximo de dos mantatos.

La reacción de los inversores deja poco lugar a las dudas. Aunque la jugada haya sido criticada por la comunidad internacional, el mercado siempre ha sido un fan de lo malo conocido antes que lo bueno por conocer. Y esto se ha reflejado en los fondos de inversión que tienen compuesta su cartera de acciones rusas. De media, han avanzado en la última semana un 3,28 por ciento, con datos a cierre del 4 de diciembre en la mayoría. Así, confirman el saldo positivo en lo que va de año, con un avance promedio del 13,5 por ciento.

El producto que mejor lo está haciendo en el año es el JPMorgan Russia, con un avance cercano al 25 por ciento. La gestora de la cartera de mercados emergentes de la firma, Claire Simmonds, afirmó recientemente a este diario que "cualquier ruido político sería una oportunidad para comprar". En su opinión, el mercado ruso tiene unas perspectivas de crecimiento muy positivas "por ser el segundo país emergente en el que se espera mayores inversiones en infraestructuras, sólo superado por China".

Estas palabras se confirman cuando se mira la composición de su cartera: la mitad de sus diez mayores posiciones individuales a cierre de octubre eran compañías de materiales de construcción. Entre ellas, la mayor: JSC MMC Norilsk Nickel, en la que confiaba más de un 10 por ciento. Esta empresa también tenía un importante peso en otro de los fondos más importantes en el año, el Charlemagne Russia Fund. Para sus gestores, la situación política está tan clara ahora que "no es una preocupación" siquiera, según su último informe. Esta firma también coloca al sector de materiales como el de mayor peso en su cartera, con un 30 por ciento del total.

Así como estos fondos tratan de aprovechar el crecimiento del gasto en infraestructuras, el UBS Equity Russia, el segundo más rentable a un año de los que se comercializan en España, apunta hacia otro bien distinto: las telecomunicaciones. Las compañías de este sector suponían casi una cuarta parte de la cartera a cierre de octubre.

La energía, 'lo malo conocido'

Llama la atención que, en ninguna de estas carteras, tengan un papel preponderante las compañías energéticas, sobre todo si se tiene en cuenta que Rusia es la mayor potencia de gas natural, con un 21,3 por ciento del total del mundo, y el segundo mayor productor de petróleo, con un 12,3 por ciento de la producción mundial en 2006, sólo superado por Arabia Saudí, de acuerdo con el informe estadístico de la petrolera BP.

Esta contradicción se explica precisamente por la política: después de que Putin expropiara de modo encubierto Yukos y nacionalizara de facto el gigante energético Gazprom, los inversores prefieren no invertir en este sector tan intervenido. Saben que Putin cojea por ahí, pero más vale malo conocido...

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