Fitch, la agencia de calificación que aún no había puesto nota a Bankia, se pronunció ayer. Le otorgó un rating de A- a la deuda a largo plazo de la entidad, con una perspectiva "estable".
La calificación, aclara Fitch, se sostiene en el respaldo de las instituciones españolas en la colocación. En su comunicado la agencia también recalcó que tras la colocación la entidad logrará cumplir con las nuevas exigencias de capital, "el core capital de Bankia se situará en niveles cercanos al 10 por ciento", apuntó. Aunque, al mismo tiempo, la agencia se encargó de recordar que aún existen riesgos en su exposición a activos inmobiliarios y que el acceso a los mercados todavía es "extremadamente difícilmente" para los bancos españoles.
La postura de Fitch coincide con la de Standard & Poor's, que adjudicó la misma nota a la entidad en el mes de marzo. Moody's se mantiene así como la más pesimista, al dejar su nota dos escalones por debajo, en Baa2.
En lo que sí ha coincidido Fitch con Moody's es en la nota puesta al Banco Financiero y de Ahorros (BFA), la sociedad matriz. La última agencia en emitir su nota también la sitúa como bono basura, en BB, es decir, cinco peldaños por debajo de la nota otorgada a Bankia.
