Montoro cree que la reforma supondrá una carga "excesiva" para las empresas
ADEJE (TENERIFE) 23, (EUROPA PRESS)
El presidente del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), José Ramón González, insistió hoy en que se han incorporado las modificaciones necesarias para neutralizar los efectos fiscales de la reforma del Plan de Contabilidad español, mientras que el vicepresidente del Instituto de Censores Jurados y Cuentas de España (ICJCE), Mario Alonso, consideró que la neutralidad fiscal que promete el ICAC es una "utopía".
Durante la clausura del Congreso Nacional de Auditores, Alonso criticó el proceso de reforma del plan contable que consideró "poco transparente" y dudó de las posiciones de muchos académicos que consideran que la reforma no introduce cambios importantes porque, a su parecer, se trata de la reforma "más importante en materia contable de los últimos 30 años".
El vicepresidente del ICJCE concretó que el nuevo plan supone un cambio de filosofía, un cambio del criterio de valoración y una evolución hacia un modelo más predictivo.
No obstante, Alonso consideró que muchos de estos cambios no son "muy afortunados" y que el resultado final de la reforma supone un alejamiento de la norma internacional en cuestiones en las que no era necesario apartarse, como la capitalización de gastos, la información de grupos horizontales o el tratamiento de inversiones, entre otros asuntos.
Para Alonso, la reforma genera una inseguridad jurídica extraordinaria porque da lugar a cuatro planes de contabilidad diferentes. "Para nosotros quedan bastantes dudas y preocupaciones sobre la reforma", indicó.
FALTA DE INFORMACION Y DE TIEMPO.
Entre estos problemas, destacó la ausencia de una campaña de divulgación de los efectos de la reforma por parte de la Administración y el tiempo de adaptación de las empresas a la reforma, un tiempo que consideró "absolutamente insuficiente" y que, a su parecer pone de manifiesto una clara precicipitación en la elaboración del plan.
Por su parte, el presidente del ICAC insistió en que no puede decirse que la reforma parta de una improvisación porque ha habido un gran proceso de análisis para "evolucionar la contabilidad española y armonizarla a la normativa europea". "Se han creado grupos de trabajo y se han hecho numerosos análisis para elaborar el documento, todos los sectores han estado representados", indicó.
González indicó que el plan de reforma no supone la aplicación directa de las normas internacionales porque la ley de medidas urgentes aprobada en 2003 no lo permite, por lo que insisitó en que se mantendrá una norma española, pero con voluntad de adaptación a la normativa europea. "La contabilidad sigue encadenada al derecho mercantil español, simplemente busca un elevado grado de armonización", dijo.
Para concluir, señaló que se ha llevado a cabo un proceso "absolutamente transparente" para familiarizar al sector con el nuevo plan, reconoció que habrá que hacer una revisioón de las adaptaciones sectoriales, pero insistió en que se tratra de una completa para el objetivo que tiene que cumplir. "Espero que cada vez estemos más cerca de Europa", concluyó.
Por su parte, el eurodiputado y ex minsitro de Hacienda Cristóbal Montoro se sumó a la polémica de la neutralidad fiscal y consideró que la nueva norma puede tener cierta incidencia o impacto fiscal en las empresas. "Yo si que creo que pueda tener cierta incidencia", indicó a los peridistas durante la clausura del Congreso.
Montoró indicó que la reforma supondrá una carga excesiva para las empresas españolas, "sobre todo para las pymes", dando lugar a una "litigiosidad excesiva", algo que el eurodiputado consideró contrario al espíritu de la ley general tributaria que pretende evitar este tipo de procesos. "No debe ser la desconfianza lo que reúna a adminsitrador y administrado, sino un elemento de confianza", indicó.
No obstante, Montoro valoró positivamente uno de los principales objetivos de la reforma que pasa por incrementar la transparencia en los procedimientos contables, algo que, para el ex ministro, es "necesario" en una época de incertidumbre como la que se vive actualmente en el mundo económico.
En este sentido, indicó que en este tipo de épocas se necesitan nuevas normas y, sobre todo, flexibilidad en la forma de entender la economía, aunque consideró que en España "queda mucho camino por recorrer" porque hace falta más consenso en el mundo económico.
INDEPENDENCIA EN LA SUPERVISION.
En cuanto a la actual situación de la auditoría y la posible modificación de los mecanismos de supervisión de la profesión, Montoro indicó que el camino que hay que seguir es el de la independencia para evitar, en la medida de lo posible, la cercanía política.
Reconoció que existe cierta autonomía en el sector, pero insistió en la importancia de dar objetividad a esa independencia. "En España tenemos una excelente función pública y es bueno que determinadas áreas especialmente delicadas para el mundo económico, funcionen con la mayor autonomía posible del poder político", dijo.
Finalmente, sobre la duda de si será necesario plantear una nueva reforma contable en cinco años, Montoro insistió en que actualmente el mundo es "cambiante y vulnerable", puesto que atraviesa una crisis financiera, por lo que no descartó la posibilidad de necesitar un nueva reforma en el futuro.
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