ISLAMABAD (Reuters) - El presidente paquistaní, Pervez Musharraf, regresó el miércoles a su país desde Arabia Saudí, esperando ser investido como líder civil en cuestión de días, después de la liberación de miles de detenidos bajo el estado de excepción que rige en la nación.
"Dijo que se quitará el uniforme, que habría elecciones. Hoy puso en libertad a prisioneros y, hasta el momento, he descubierto que es un hombre de palabra", señaló el presidente George W. Bush a ABC News en una entrevista durante la noche.
Aunque Pakistán se ha visto afectado por la militancia, uno de los principales objetivos de Musharraf al declarar el estado de excepción fue purgar el Tribunal Supremo de jueces que parecían preparados para anular su reelección por parte del Parlamento el mes pasado.
"Esperamos que mañana se decida la petición, si Dios quiere, y si se hace, luego el presidente podría jurar como un presidente civil, como él mismo ha dicho, el sábado o el domingo", indicó a Reuters el fiscal general Malik Qayyum.
"Queremos una restauración de los jueces superiores y una dimisión de todos los jueces existentes. No son jueces, son títeres", dijo Ahmed, mientras la policía lo bloqueaba a él y a una decena de abogados.
Musharraf podría no tener suficientes aliados en el próximo Parlamento.
/Por Simon Cameron-Moore/.*.
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