El Gobierno boliviano ha afirmado, tras las declaraciones del presidente de Petrobras, Sergio Gabrielli, que el proceso de nacionalización emprendido por las autoridades no implica "ni confiscaciones ni expulsiones"
El ministro de Hidrocarburos, Andrés Soliz Rada, , tras puntualizar que la negociación con Brasil será larga, pero con "cordialidad y mutuo beneficio".
Así lo aseguró ayer quien sostuvo que para el Gobierno de Evo Morales es "lógico" que Petrobras suspenda sus inversiones a la espera de resultados sobre la nacionalización de hidrocarburos, que implica la firma de nuevos contratos, donde la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) sea socio mayoritario en la nueva sociedad mixta.
Las exportaciones no serán suspendidas
En este sentido, el ministro explicó que la decisión del Gobierno no significa que las exportaciones de los actuales volúmenes será suspendida, "y menos que una válvula de gas sea cerrada". Por el contrario, añadió Soliz, Bolivia mantendrá su compromiso de exportar 30 millones de metros cúbicos hasta 2019, establecido en el convenio de compraventa, informa la prensa local, recogida por Europa Press.
Sin embargo, también quiso dejar claro que Bolivia se mantendrá firme en su exigencia de realizar ajuste de precios al considerar que los actuales precios no son reales, tomando en cuenta los parámetros del mercado internacional. "Brasil está pagando 3,40 centavos de dólar el MM3 fijado sobre criterios del mercado regional e YPFB plantea que el precio de referencia sea el de Nueva York", subrayó.
En este punto, confió en que la "extraordinaria amistad" que hay entre Morales y el presidente de Brasil, Luis Ignacio 'Lula' da Silva, "dé buen pie para que las conversaciones se hagan en un marco de serenidad en la búsqueda de soluciones". Además, envió un mensaje tranquilizador a Petrobras y otras compañías insistiendo en que la nacionalización no será confiscatoria ni expulsará a las petroleras.
Petrobras, frustrado por las negociaciones
El gigante energético brasileño está frustrado por el ritmo de las negociaciones que mantiene con el Gobierno de Bolivia sobre el acceso a las gigantescas reservas de gas natural del país, admitió ayer Sergio Gabrielli, presidente de la compañía estatal brasileña, quien aseguró que en estos momentos nadie sabe qué significa en la práctica la nacionalización de los hidrocarburos.
"Si hubiera decisiones unilaterales (del Gobierno boliviano), las posiciones se volverán también radicalizadas. Vamos a reaccionar unilateralmente. Y eso no es bueno para nadie. Petrobras tiene hoy una posición de negociación más confortable que otros productores en Bolivia", añadió el ejecutivo en una entrevista publicada ayer en el en el diario 'Estado de Sao Paulo'.