La famosa analista Meredith Whitney puede resarcirse en breve de las múltiples críticas recibidas por sus predicciones de un masivo default de las ciudades de EEUU y un desastre financiero de los Estados.
La fecha tope para la presentación de los presupuestos estatales a finales de junio puede ser su momento, porque deben enviar planes con un equilibrio presupuestario, y se sabrá en qué forma se encuentran y cuál es su probabilidad de incurrir en impago.
Whitney ha perdido mucha de su credibilidad con sus predicciones de una crisis financiera a gran escala para Estados y municipios. Desde que dijo hace varios meses que el mercado de bonos municipales iba a hundirse por los impagos ha sido ridiculizada, con o sin razón, como una agorera sin justificación.
Las críticas
Recientemente, el economista de Deutsche Bank Brett Ryan, aunque sin citarla expresamente, dijo que los temores sobre este mercado eran exagerados y se refirió al incremento de los ingresos fiscales como un indicador de que los déficits estatales ser están cerrando más rápidamente de lo que se pensaba.
Una de las principales acusaciones hacia Whitney es la falta de concreción de sus previsiones; así, dijo que unos 100 defaults se traducirán en "cientos de miles de millones de daños". Esto no es algo extraordinario en esta analista, que suele acertar en la dirección de sus previsiones pero no en el grado de las mismas.
En un artículo escrito por ella ayer en el Wall Street Jorunal, tampoco ofrece muchas concreciones sobre el nivel de daños, pero ofrece algunas cifras para apoyar sus previsiones: el gasto de los gobiernos locales en los últimos 10 años ha crecido un 65% mientras que los ingresos sólo han avanzado el 32%; la deuda fuera de balance alcanza 1,3 billones de dólares; los Estados emplean a 19 millones de personas y su gasto supone el 12% del PIB.
Específicamente, cita Nueva Jersey, donde el ratio de gasto estatal frente al PIB supera el 30%, y los costes fijos para atender estas obligaciones se comen el 16% del presupuesto total. Extrapolando estos datos, Whitney concluye que, si Nueva Jersey tuviera que financiar sus pensiones adecuadamente, se llevaría el 37% del presupuesto.
El problema
"La verdadera cuestión es el enorme sobreapalancamiento de las obligaciones que se deben financiar con impuestos, en un momento en que los contribuyentes están pagando más y recibiendo menos", explica. El problema es grave, pero no se sabrá su alcance real hasta que se conozca el verdadero estado de la economía y si eso permite a los Estados y las ciudades afrontar su deuda, o bien se ahogan bajo el peso sofocante de sus obligaciones.
Respecto a la analista, esta aparición en el Journal envía una señal bastante clara de que se siente un poco mejor sobre su previsión. ¿Por qué iba a atraer la atención sobre si misma si creyera que va a equivocarse? Los analistas se equivocan constantemente pero procuran que nadie se lo eche en cara.
De hecho, hace unas semanas Whitney dijo en una conferencia en California que nunca se había sentido más confiada sobre una recomendación en su vida. Y de hecho, todavía puede ser su mejor recomendación.