
En el momento de su instalación, en septiembre de 2010, ya recibió afiladas críticas del mundo de las finanzas por considerarla inapropiada. Menos de una año después, las aguas siguen revueltas en Milán y el debate sobre la idoneidad de su emplazamiento divide a la ciudad.
La llamada 'L.O.V.E.' -acrónimo de las palabras amor, odio, venganza y eternidad, en italiano- es una de las esculturas que integraban la exposición 'Contra las ideologías'. El artista se ofreció a donarla a la ciudad siempre y cuando fuese ubicada en la Piazza Affari, condición que el ayuntamiento aceptó.
Unos meses después, tanto el sector financiero como el de negocios vuelven a revolverse en contra de que siga ubicada a las puertas del parqué milanés.
Finanzas frente a política
El malestar ha llegado al punto de que el regulador bursátil de Italia, el Consob, ha amenazado con trasladar su reunión anual para evitar que alguno de sus miembros se sienta ofendido. La gestora Assogestioni fue pionera en optar por esta solución, al convocar una rueda de prensa a una escuela de empresas.
Pero, frente al rechazo de los inversores, los políticos han acogido la obra como una expresión de la creatividad y de la libertad de expresión y la enarbolan, de cara a las elecciones locales de este fin de semana, como uno de los símbolos de la ciudad.
Aunque no todos los políticos son partidarios de esta forma de arte. "Es innegable que que el trabajo de Cattelan ridiculiza la bolsa, de lo contrario no tendría sentido la insistencia en la localización", ha manifestado el concejal de Desarrollo Urbano de Milán, Carlo Masseroli, en declaraciones recogidas por WSJ.
Futuro incierto
Por su parte, el padre de la criatura, Maurizio Cattelan, afirma que la obra, a la que los milaneses llaman 'El Dedo', es "más un acto de amor" que una declaración sobre el mundo financiero. "Hay gente que tiene sentido de la ironía y otra que no", apunta el artista.
La polémica podría acabar en septiembre, mes en el que en teoría la escultura de mármol será retirada de su actual emplazamiento. Pero los seguidores de la obra reclaman que permanezca donde ha sido colocada y hasta se ha creado una plataforma que ya ha reunido casi 1.800 firmas.
La alcaldesa, Letizia Moratti, ha asegurado que si es reelegida mantendrá la escultura en la Piazza Affari hasta 2013, mientras que el consejero delegado de la Bolsa de Milán, Raffaele Jerusalmi, ha optado por cambiarse de despacho para no tener vistas a 'El Dedo'.