Bolsa, mercados y cotizaciones

Cómo valorar los 'futuros bancos de la nueva banca' que debutarán en bolsa

  • Bankia empezará a cotizar en la segunda semana de julio

Para tener acogida deberán ofrecer importantes descuentos respecto a su valor contable, porque las entidades españolas todavía cotizan a precios atractivos. Si salen a un precio de 0,5 veces valor en libros supone un descuento del 40% frente a la media de la banca española.

Buscar el precio justo. Ése es uno de los retos a los que se enfrentan las nuevas entidades bancarias (fruto de uniones de las antiguas cajas de ahorro) que tienen la intención de salir a bolsa en un momento en el que el mercado les exige importantes descuentos. La tarea para el inversor que esté contemplando entrar en el capital de estas entidades tampoco es sencilla, ya que hasta ahora se disponen de pocos datos para comparar el precio al que podrían saltar al parqué. Pero, ¿a qué cifras debe atender un inversor para valorar si un precio es interesante en mercado a día de hoy? El valor contable -conocido como valor en libros- está siendo el referente más utilizado.

Hasta ahora, cuatro son las entidades -Bankia, Mare Nostrum, Banca Cívica y la suma de Caja Asturias, Cantabria y Extremadura- que han mostrado su interés en salir a bolsa y muchos los interrogantes sobre cuál puede ser la acogida. En estos días, Bankia ya está empezando a 'enseñar sus vergüenzas' a los analistas, ya que está previsto que debute en el parqué en la primera semana de julio.

Todas "las cajas tendrán que hacer un descuento para poder ofrecer un precio lo suficientemente atractivo para los inversores y, para ello, se compararán con los precios que tienen los bancos españoles", asegura Soledad Pellón, analista de IG Markets. El mercado se topa aquí con una de las primeras dificultades, la de comparar a las nuevas entidades con el resto de banca cotizada.

El referente por excelencia que están empleando las casas de análisis es el valor en libros que tendrán las nuevas entidades, es decir, el precio al que se liquidaría el negocio. Estimar este dato resulta útil para el inversor, que puede compararlo con el descuento al que están cotizando los bancos españoles. Y es que desde que comenzó la crisis, lo normal ha sido ver al sector cotizando a precios por debajo de su valor contable (más barato que lo que dice su balance). Cotizar por debajo de una vez valor en libros es un indicador de que el mercado contempla en ellos un elevado apalancamiento -relación entre la deuda y el beneficio bruto de explotación-, una destrucción de valor próxima o una caída importante en sus beneficios futuros. En este caso, las incertidumbres sobre los futuros beneficios han sido el principal detonante.

A las antiguas cajas se les exigirá salir a bolsa con mayor descuento del que ya ofrece de por sí el sector. "Si salen a 0,5 ó 0,7 veces valor en libros habrá interés porque eso es lo que se va a mirar. Van a tener que salir con descuentos si quieren capitalizarse", asegura Pedro Dañobeitia, director de DWS Spain.

Esta horquilla no es descabellada puesto que los grandes bancos españoles -los incluidos en el Ibex- cotizan a 0,86 veces valor en libros, de media. El único de los cinco valores bancarios del índice que se compra por un precio superior a su valor de liquidación es BBVA (1,06 veces), según recoge Bloomberg. Esto quiere decir que una acción del banco que preside Francisco González vale en bolsa 8,426 euros (precios del jueves), mientras que su valor según la contabilidad de la empresa sería de 7,95 euros. En cambio, la banca mediana continúa cotizando con descuento, los títulos de Popular y Sabadell están en el mercado a 0,7 veces valor en libros. Es decir, si su precio de cotización es de 4,038 y 3,006 euros, el precio de sus títulos teniendo en cuenta su balance sería de 5,77 y 4,29 euros, respectivamente.

Estos números arrojan otro dato importante. Se está pagando por las españolas un precio más barato, en este sentido, que el que se paga por las grandes entidades europeas (considerando aquellas con un valor bursátil superior a los 30.000 millones de euros). Los gigantes bancarios europeos están cotizando a una media de prácticamente una vez valor en libros, es decir, que de media se está pagando por sus acciones el mismo importe por el que están valoradas teniendo en cuenta los fondos propios de la entidad.

No obstante, en Europa aún hay muchas que cotizan por debajo de su valor contable. De hecho, a las grandes entidades de la eurozona les resultaría más rentable excluir sus títulos de bolsa y vender su negocio por separado, ya que algunas -UniCredit, Barclays y Société Générale- cotizan incluso por debajo de las 0,75 veces valor en libros.

Qué descuento exigir

En medio de la reestructuración del sector, La Caixa anunció hace unos meses la transformación de Criteria en banco, Caixabank, y valoró a su negocio bancario en 0,8 veces valor en libros. Un dato que están utilizando algunas firmas para realizar sus estimaciones y que, en muchos casos, está sirviendo de techo para valorar a estos bancos. Nuria Álvarez, analista de Renta 4, explica que tomando este dato como referencia "todo parece apuntar a que las nuevas entidades deberán aplicar un descuento mayor, que según el mercado podría estar entre 0,5 y 0,6 veces valor contable". Y es que, además, se está interpretando que estas entidades no serán similares a la antigua Criteria, pues la cartera de participadas con la que contará Caixabank (casi el 50 por ciento será su posición en Repsol y Telefónica) no se asemeja a la que tienen las cajas de ahorro, por lo que serán más equiparables a un banco que a un holding.

Pero teniendo todo esto en cuenta, ¿qué descuento adicional debería exigir un inversor a las nuevas entidades? Los bancos españoles ya cotizan con un descuento del 14 por ciento frente a los grandes europeos, por lo que si las nuevas entidades quieren tener éxito en su colocación se verán obligadas a debutar con mayores rebajas.

Si salieran en la parte alta de la horquilla que algunos fijan, 0,7 veces valor en libros, el descuento frente a la banca española -la incluida en el Ibex- sería de un 50 por ciento y, en relación a la europea, las acciones de estas entidades se estarían comprando un 18 por ciento más baratas. Este descuento puede no ser suficiente para los más exigentes. Si finalmente rondan un precio de 0,6 veces valor en libros, la rebaja que ofrecerían respecto a los bancos españoles ya ascendería al 30 por ciento. Y sería del 40 por ciento si se estrenaran a 0,5 veces su valor contable.

Además, según fuentes consultadas, todo apunta a que la primera colocación podría producirse durante el verano. Un periodo complicado en el que muchos inversores están de vacaciones y hay poco movimiento en mercado. Hay quien opina también que el escenario actual no es proclive para estos debuts. Ángel Bergés, consejero delegado de AFI, considera que sería preferible recurrir al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) para alcanzar el capital que exige el Gobierno y así retrasar el estreno en bolsa hasta que consigan convencer al mercado sin necesidad de recurrir a elevados descuentos. Rebajas que según Bergés podrían oscilar entre las 0,6 y las 0,7 veces.

¿Por qué recurrir al valor en libros?

"Deberían salir entre 0,5 y 0,7 veces valor en libros...". "Necesitan ofrecer un descuento sobre el valor contable..." En la mayoría de análisis que están haciendo los expertos se está estudiando el precio al que debutarán en relación a su valor en libros para saber si la inversión es o no atractiva.

Por el contrario, no están empleando una de las variables más utilizadas para equiparar precios de empresas del mismo sector: el PER -veces que el beneficio está incluido en el precio de la acción-. Este ratio acaba con uno de los inconvenientes que tiene hablar de valor en libros. Y es que el valor contable es una fotografía estática de la compañía, que no comprende expectativas futuras. Pero entonces, ¿por qué no se están haciendo estimaciones de PER? Una de las razones es que los resultados de las cajas están actualmente distorsionados por la situación económica y hablar de un PER elevado no sería, en este caso, sinónimo de estar comprando buenas expectativas de beneficio. De hecho, en lo que realmente estaría invirtiendo aquel que entre en estos valores es en reestructuración y saneamiento.

Un proceso que los expertos aprueban. "La reestructuración de las cajas es positiva para el sector porque podría ganar cuota de mercado, reducir el riesgo sistémico y porque cotizar exigirá una supervisión minuciosa del mercado", apuntan desde Bank of America Merril Lynch. De ahí que los nuevos bancos ya empiecen a tener algunos pretendientes. Un fondo americano ha manifestado a la banca de inversión su capacidad de poner hasta 500 millones de euros en una entidad con el objetivo de duplicar su inversión en cinco años.

Pero algunos continúan pensando que no ha sido el momento adecuado. "El proceso de reconversión de las cajas de ahorros debería haberse hecho en los años de expansión (y no en medio de la crisis) para limitar los problemas surgidos tras el estallido de la burbuja inmobiliaria" afirmó el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez. De hecho, Nuria Álvarez considera que en la valoración de las cajas lo que más interés despierta es la verdadera exposición al sector inmobiliario y activos dudosos que tienen en sus balances, además de un plan estratégico que permita dar visibilidad y plantear una atractiva política de retribución.

Respecto a esta última cuestión se encuentra otra posibilidad de valorar si la inversión resulta atractiva, siempre que el dividendo sea un variable que el inversor tenga en cuenta a la hora de construir su cartera. Se trataría de poner sobre la mesa las rentabilidades que ofrecen las entidades a través de su retribución. Algo que tampoco puede hacer todavía el inversor para decidir si comprar o no títulos de las nuevas entidades, pues hasta el momento la remuneración al accionista está siendo un tema tabú.

Las actuales cajas de ahorro no se han pronunciado sobre ello, pero si finalmente deciden adoptar una política de retribución, la banca española mantiene el listón bien alto. Los bancos del Ibex 35 reparten dividendos que rentan una media del 4,6 por ciento al año. La otra opción sería no garantizar ninguna porción de su beneficio a los nuevos accionistas, con lo que entonces es muy probable que el mercado exija, si cabe, un descuento aún mayor.

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