Bolsa, mercados y cotizaciones

La banca se hunde un 2,5% y la bolsa finiquita un mes de tendencia alcista

¡Cuidado! Los inversores están haciendo la maleta para irse de Semana Santa y quieren dejar sus inversiones bien atadas. Tanto es así que tras negociarse 5.686 millones de euros, el Ibex 35 cedió un 2 por ciento -la mayor caída desde el pasado 16 de marzo-hasta situarse en los 10.344 puntos, aunque se movió entre los 10.574 y los 10.289. Una corrección que se produce después que la semana pasada Grecia alterara los mercados de deuda pública de la eurozona al rumorearse una posible reestructuración de su deuda para poder hacer frente a sus obligaciones y de que la estabilidad europea volviera a correr peligro con el progreso de la ultraderecha en las elecciones celebradas el pasado domingo en Finlandia. Tensiones que dispararon los diferenciales de deuda y que se dejó notar también en la colocación de letras del Tesoro español.

No es raro que los inversores se lancen a deshacer posiciones antes de que el mercado cierre durante varios días por Semana Santa. Pero esta vez, motivos no faltaron. Por un lado, la crisis periférica sigue dando coletazos y más cuando la entrada del líder de ultraderecha, Timo Soini, en un gobierno de coalición junto con los conservadores puede paralizar o retrasar el rescate de Portugal y por otro, porque ni EEUU tiene ya asegurada su triple A después de que S&P le diera un aviso al bajar su perspectiva de "estable" a "negativa". Una advertencia que incrementó las caídas de las bolsas europeas (ver gráfico).

La banca se marchita

Las noticias que vinieron de ambos lados del Atlántico no trajeron el más mínimo optimismo a los mercados, sino que abrieron las puertas a que en los próximos días se puedan perder soportes. Tan sólo Ebro Foods consiguió salir airoso al cerrar en positivo con tímidos avances del 0,21 por ciento en una jornada en la que Sacyr y Gamesa fueron los valores más bajistas del Ibex 35 al ceder un 5,5 por ciento y un 4 por ciento, respectivamente.

Sin embargo, el comportamiento del sector bancario -en sólo un día se dejó (incluyendo a Banesto, que no está en el Ibex) un 2,5 por ciento de media- volvió a poner de manifiesto la interrelación que existe entre el riesgo soberano y el sistema bancario, ya que es el propietario mayoritario de la deuda del Reino de España. Y es que a pesar de que "se evita el impacto sobre la cuenta de resultados de los bancos al no estar el 90 por ciento (de la deuda) en la cartera de negociación", tal y como asegura un informe elaborado por el Centro del Sector Financiero de Pwc e IE Business School, los inversores se lanzaron a vender los títulos del sector financiero ante el temor a que los nuevos brotes de crisis periférica pueda frenar sus cotizaciones.

BBVA fue el más castigado. El banco presidido por Francisco González se desplomó casi un 3 por ciento, aunque todavía se encuentra lejos del suelo de su cotización que fijó el pasado 10 de enero en los 6,92 euros.

Las caídas de Popular, Bankinter y Sabadell también fueron pronunciadas. Los títulos de las tres entidades cedieron entre un 2,7 y un 2,6 por ciento, aunque en ningún caso les llevó a situarse en mínimos del año. En esta ocasión, Sabadell fue uno de los valores del indicador menos castigados por los inversores aunque al mismo tiempo es el que se encuentra más próximo a su precio más bajo de 2011. Su caída del 1,34 por ciento llevó a los títulos del banco hasta los 3,023 euros, cuando su mínimo está anclado en los 2,8 euros.

Día de advertencias en EEUU

Los números rojos llegaron también a Wall Street ante el temor de que pueda perder la máxima nota crediticia. Después de que Standard & Poor's revisara el rating de la primera economía del mundo y de que advirtiera de que próximamente puede perder la triple A, el S&P 500 retrocedía un 1,6 por ciento hastalos 1.298 puntos. Unos niveles que ponen en alerta a los expertos de Ecotrader, ya que se fija la zona de soporte del indicador norteamericano entre los 1.302 y los 1.294 puntos. La pérdida de este baremo hace pensar que la bolsa americana se dirigiría a los mínimos del pasado mes de marzo, cuando el desastre del terremo y tsunami en Japón y la posterior crisis nuclear que desencadenó la central de Fukushima sembró el pánico en todos los mercados bursátiles al cuestionarse la recuperación económica mundial.

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