Bolsa, mercados y cotizaciones

El Tesoro paga un 30% más que en marzo por las letras

En la crisis periférica un dato vale más que mil palabras. Y España, con el aliento de la incertidumbre de nuevo en la nuca, coleccionó unos cuantos de esos que ponen la piel de gallina en las subastas de letras a 12 y 18 meses que realizó el Tesoro Público.

El primero provino de la demanda. Entre ambos títulos, las peticiones se limitaron a 8.064,2 millones de euros, un 45 por ciento menos que en marzo y la cifra más reducida desde diciembre. El segundo lo puso el precio. Hace un mes, las letras a 12 y 18 meses se subastaron a un rendimiento medio del 2,128 y del 2,436 por ciento, respectivamente; hoy esos intereses crecieron hasta el 2,77 y el 3,364 por ciento. Es decir, la factura se encareció un 30 por ciento en los títulos a un año y un 38 por ciento en el caso de las letras a 18 meses. Se trató, además, de la rentabilidad más alta desde enero. Y hubo un tercero, procedente con la financiación obtenida. El Tesoro se había propuesto como meta captar entre 4.500 y 5.500 millones de euros. Y cumplió el expediente a duras penas: consiguió en total 4.659 millones -3.509,3 millones en letras a 12 meses y 1.149,7 millones en títulos a 18 meses-, de nuevo la cantidad más baja desde la emisión de diciembre.

Como reconoce Soledad Pellón, estratega de mercados de IG Markets, el resultado de la subasta "no tuvo nada que ver con las anteriores donde la demanda era fuerte y las rentabilidades se mantenían estables", una impresión que muestra una realidad más preocupante. "Hace patente que España vuelve a estar en el punto de mira y que la reciente diferenciación de nuestro país con respecto a Portugal poco ha durado. Bien es cierto que nuestra situación poco tiene que ver con la de nuestros vecinos, pero en situaciones de pánico como esta, el mercado no entiende de diferencias", concluye.

Al mismo tiempo, el resultado de la emisión respondió a la presión que está agolpando en la deuda española a corto y medio plazo. Los datos, una vez más, son claros. Las ventas provocaron que la rentabilidad de los bonos españoles a dos años se disparara del 3,32 al 3,56 por ciento, el nivel más alto desde enero. Este incremento, conjugado con el descenso del rendimiento de los títulos germanos a dos años, que bajó al 1,736 por ciento, arrojó como consecuencia que los bonos españoles duplicaran a los alemanes, algo que no ocurría desde febrero. Lo mismo ocurre con los bonos a tres años: en el caso español ascendieron al 4,19 por ciento y en el alemán se moderaron al 1,73 por ciento.

Mañana, otro 'examen'

El revés que supuso la subasta de letras constituye un peligroso preludio de la emisión de obligaciones que celebrará el miércoles el Tesoro Público español. En concreto, tiene previsto conseguir entre 2.500 y 3.500 millones de euros en títulos a 10 años, por un lado, y en obligaciones con vencimiento en 2024, por otro. En marzo, las obligaciones a una década se colocaron con un rendimiento medio del 5,16 por ciento y el tensionamiento de la situación en las últimas sesiones anticipa un claro repunte del rendimiento en esta ocasión. Desde hace un mes, la rentabilidad de los títulos a 10 años en el mercado secundario, que es donde cotizan después de haber sido emitidos, ha subido del 5,24 al 5,55 por ciento, la cota más alta desde el año 2000.

Mañana emite Grecia

En medio de esta creciente incertidumbre, el mercado volverá a verse las caras mañana con el país que peor tiene las cosas en este momento: Grecia. La Agencia de Gestión de la Deuda Pública se ha fijado como objetivo captar 1.250 millones en letras a tres meses.

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