La política de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) de imprimir dinero continúa haciendo del oro una inversión atractiva, incluso teniendo en cuenta que el precio de este metal precioso ha alcanzado hoy valores históricos por cuarto día consecutivo, situándose en los 1.474 dólares. Eso es lo que cree el gurú Marc Faber, autor del boletín de inversión Gloom Boom Doom.
En una entrevista con la CNBC, el inversor descarta por completo una burbuja en el precio del oro, al tiempo que opina que el metal está incluso más barato que en 1999, teniendo en cuenta, entre otros aspectos, la impresión de dinero en el mundo y el actual nivel de endeudamiento mundial respecto al que había entonces.
En este sentido, relata una historia de una conferencia a la que asistió la semana pasada, en la que pidió a los inversores allí presentes que levantaran la mano si alguno tenía más del 5% de sus inversiones en oro. Nadie levantó la mano.
"Si existiera realmente una burbuja, mucha gente tendría oro. El mundo entero haría transacciones comerciales con oro las 24 horas del día". Faber no cree realmente que se haya llegado a este punto. "Pienso que tal vez el oro es más barato hoy que en 1999, cuando costaba 252 dólares".
No es la primera vez que Faber defiende esta teoría. Según recoge el diario Oro y Finanzas, hace unas semanas, el gurú ya apuntó que al nivel actual de 1.400 por onza el oro está más barato que en el año 1999, si se tiene en cuenta el crecimiento de la deuda en EEUU".
"Cuando empecé a trabajar en los años 70 existían dos mil millonarios, uno era David Rockefeller, y el otro era Mister Ludwig. En 1980 ya había de seis a ocho mil millonarios. En la actualidad existen miles de mil millonarios. Esto significa que el dinero papel vale cada vez menos", apunta.
Lo que hace del oro una inversión tan atractiva es la actuación de la Reserva Federal para mantener el dólar barato en un intento por estimular la recuperación. "El oro está denominado en dólares, así que una caída del billete verde hace que el metal este más barato para comprarlo en los mercados internacionales".
Invertir en oro seguirá siendo una buena alternativa en el futuro, en la medida en que la Reserva Federal continúe apoyando políticas favorables a la inyección de liquidez, señala Faber.
No obstante, también supone una mala noticia para los consumidores, que pagarán más por los alimentos, la energía y una amplia gama productos, a medida que la inflación se acelere. Eso ocurrirá incluso si la Fed promueve un aumento de los tipos de interés. "Un día los elevarán un cuarto de punto. Pero, Faber se pregunta: "¿Qué supone eso cuando los precios de los productos básicos están por las nubes, el precio de la energía está subiendo, el coste sanitario está subiendo...? Todo esta subiendo". "Sólo en la Reserva Federal no hay inflación, sentencia Faber.