
El terremoto en Japón y los problemas de la central nuclear de Fukushima no arrugan al famoso inversor Jim Rogers: asegura que ha comprado activos japoneses y cree que el uranio y las acciones de compañías nucleares serán una buena inversión, aunque no ahora mismo.
En una entrevista con la CNBC, Rogers asegura que aunque Fukushima va a incrementar la demanda de gas natural y petróleo durante algún tiempo, el mundo no puede vivir todavía sin energía nuclear.
De todos modos, el inversor cree que tanto el uranio como las acciones de compañías relacionadas con la energía nuclear sólo serán buenas compras dentro de dos o tres años, cuando "las cosas se hayan calmado".
Rogers, que fundó junto a George Soros el Quantum Fund en los años 70, aseguró que "a menos que encontremos algo para sustituir al petróleo y al carbón, tenemos que tener nuclear... nos guste o no".
Se mantiene en Japón
Rogers, cuya cartera está compuesta principalmente por materias primas y divisas, añadió que había comprado el Nikkei y algunas acciones japonesas tras el terremoto de principios de este mes.
"Va a producir una desaceleración de la economía japonesa, pero finalmente tendrán que reconstruir y lo van a hacer", aseguró a la cadena estadounidense. "No creo que Japón vaya a desaparecer de la faz de la Tierra, tengo Japón".
Además, Rogers, que tiene yenes, mantuvo que los inversores japoneses van a tener que repatriar capital y probablemente van a vender bonos del Tesoro de EEUU. "No estoy vendiendo nada. Estoy esperando para ponerme corto en bonos del Tesoro de EEUU".