Después de dos décadas de dominio bajista, la bolsa nipona es atractiva para el inversor. Esto es lo que piensa el gurú Marc Faber, que no duda al recomendar el mercado japonés como una buena apuesta.
Tal y como lo ve el experto, el Gobierno de Japón se va a ver obligado a poner en marcha la máquina de imprimir billetes para monetizar la deuda pública del país. Esto traerá consigo un debilitamiento del yen y un repunte de los beneficios de las compañías locales, que registrarán un aumento de las exportaciones. En último término, las acciones subirán impulsadas por estas mejoras.
"Si tuviera que hacer una apuesta para los próximos diez años, consideraría seriamente un posicionamiento muy fuerte en Japón", señaló el autor del conocido informe Gloom, Boom & Doom.
"Una vez que los mercados de deuda comiencen a bajar, el yen se debilitará y aupará los precios de las acciones. Yo compraría acciones en este momento", añadió el experto.
Protección ante la inflación
Faber no es el único que pone sus ojos alcistas en la renta variable japonesa. Analistas de Goldman Sachs o David Herro, que gestiona el fondo Oakmark International, rechazan el escepticismo en el avance bursátil del país asiático. Según datos de Bloomberg, el Nikkei ha repuntado alrededor del 52% desde los mínimos de marzo de 2009.
El consejero delegado del Economic Time Bond Fund, Enzio von Pfeil, también rompe una lanza a favor del mercado nipón. En su opinión, se está convirtiendo en "el sabor de moda del mes" porque está muy infravalorado. Además, tiene un componente extra de escudo frente a la inflación, al contrario que otras bolsas en auge como la de India.
Von Pfeil asegura a la CNBC que estos son argumentos de peso para que Japón se haya convertido en la "apuesta favorita" de muchos inversores, aunque aconseja no entrar pensando en el largo plazo.