Bolsa, mercados y cotizaciones

"Los cambios en Wall Street han sido considerables tras la crisis financiera"

Stephen Schwarzman, consejero delegado de Blackstone. Foto: Bloomberg

En 1985, Stephen Schwarzman fundó, junto a Pete Peterson, la que se convertiría en una de las mayores firmas de gestión alternativa del mundo. Los dos ex empleados de Lehman Brothers empezaron con una boutique de fusiones y adquisiciones que ahora abarca casi todas las áreas de inversión. A sus 64 años, a su fundador se le considera uno de los hombres más influyentes de Wall Street. Instalado en París por unos meses, Schwarz- man estima que ha vuelto el momento de invertir.

Es inversor desde hace 25 años. ¿Cuál ha sido la mejor época?

Depende de qué mercado estemos hablando. En el mercado de la deuda, fue hace año y medio. En el de la inmobiliaria, diría que los últimos seis meses o el periodo entre 1992 y 1993. En el capital privado, probablemente fue 2003. En general, el mejor momento para invertir es cuando se sale de una recesión y la mayoría de la gente sigue pecando de prudente. Conviene reducir la exposición o vender cuando un mercado tiende a sobrecalentarse. En Blackstone tratamos de salir de los mercados que se embalan y comprar cuando se hunden. Parece simple pero, curiosamente, en la realidad se observa que la mayoría de la gente no actúa así.

¿Los hogares estadounidenses no siguen estando aún demasiado endeudados?

Sí, y habrá que esperar varios años para recuperar un nivel cómodo pero no hay que olvidar que la deuda de los consumidores ya ha bajado en 1,5 billones de dólares respecto a principios del ciclo, lo cual es considerable. Además, el nivel de ahorro ya es muy superior a lo que era antes de la crisis.

¿Qué le parece el estado de la economía estadounidense?

El sistema bancario estadounidense está en buena forma. Los bancos han elevado sus niveles de fondos propios, el número de créditos dudosos ha reculado y están dispuestos a prestar más. Se dan todas las condiciones para la recuperación: tipos de interés bajos, el mercado bursátil ha reflotado, recula el endeudamiento de los hogares, los precios del sector inmobiliario han alcanzado su mínimo, la confianza de los hogares y los empresarios ha remontado mucho. La economía estadounidense está en una situación mucho mejor que hace un año y las perspectivas de crecimiento, de entre el 3 y el 4 por ciento este año, permiten esperar una recuperación del paro, lo que reforzará todavía más la confianza.

¿Es preocupante el nivel de la deuda estadounidense?

Es algo que preocupa a casi todos en EEUU, desde el ciudadano de a pie hasta los congresistas e inversores. Es el segundo motivo de preocupación en el país después del paro. Es raro que el público no se preocupe a estas alturas por el nivel del déficit. Eso explica, en parte, el éxito de los republicanos en las elecciones de medio mandato. Por lo general, lo que demandan los votantes llega tarde o temprano.

¿Quiénes han salido ganando con la crisis financiera?

La crisis financiera ha sido difícil para todos y, en nuestro caso, hemos salido bien. Nuestros rendimientos en capital privado, crédito e inmobiliario nos sitúan entre los ganadores. La gestión alternativa (fondos de cobertura) ha demostrado una buena capacidad para ofrecer rendimientos frente a la gestión tradicional. Por el contrario, la situación de los bancos es más difícil que antes de la crisis. Las nuevas reglas de Basilea III y las regulaciones o leyes adoptadas por cada país pesarán sobre los rendimientos del sector frente a la situación que prevalecía hace tres años.

¿En qué ha cambiado realmente Wall Street?

Los cambios han sido considerables. Para empezar, algunas entidades han desaparecido del todo, por lo que ahora hay menos grandes empresas globales y más concentración. Después, se han producido importantes avances en las remuneraciones, que han disminuido, y en la forma en que esas remuneraciones se distribuyen. Hay una presión muy fuerte en general por parte de los organismos reguladores, la clase política y la opinión pública para que el sector financiero ingrese menos dinero que antes. Eso es un hecho.

Sin embargo, las presiones son más fuertes en Londres y Europa en general que en Wall Street.

Es cierto aunque, en el caso de la city, se explica por dos razones: en Londres, el sector financiero es, como mínimo, dos veces más importante frente al tamaño de la economía que en EEUU. De ahí la atención más fuerte prestada. Por otro lado, Gran Bretaña ha tenido que intervenir más para salvar al sector financiero, lo que hace que los ciudadanos reclamen más cuentas.

Se dice que Blackstone será el próximo Goldman Sachs. ¿Está justificado?

La imagen del banco se ha visto muy afectada por la crisis pese a sus excelentes resultados. Nadie en Wall Street desea ser políticamente el próximo Goldman Sachs. Además, y ya en serio, algunos sectores de Goldman no nos interesan, especialmente el underwriting, que consume muchos fondos propios. Si hace alusión a la calidad de ejecución de los equipos de Goldman Sachs, entonces sí es un modelo que nos inspira. El oficio de la inversión es similar a la restauración: se puede estropear un plato de vez en cuando pero si se sirven tres comidas malas seguidas, nadie vuelve.

¿Cómo ve a Blackstone en el futuro?

La crisis no ha cambiado nuestra estrategia. Seguimos con el mismo objetivo: ser lo mejor que podamos garantizando el mejor rendimiento para los inversores, conservando su capital. Somos el fondo más importante de gestión alternativa, con 140.000 millones de dólares activos, pero debemos ser más pequeños en actividades de asesoramiento por conflictos potenciales. En el asesoramiento de fusiones y adquisiciones, somos un agente global pero queremos servir al máximo y a largo plazo a un número limitado de clientes. La cultura boutique prevalece desde la creación. Comenzamos hace 25 años con una secretaria y 400.000 dólares. Hoy nuestro valor de mercado alcanza los 20.000 millones.

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