El Banco Popular de China sigue con su política de endurecimiento monetario y hoy ha vuelto a subir los requerimientos de capital de la banca, un paso más en su lucha por contener la inflación que vive el país.
Se trata de la quinta vez que lo hace en los últimos seis meses, y sólo 30 días después de la última, realizada el pasado 18 de febrero. Una vez más ha decidido incrementar en 50 puntos básicos la cantidad de capital que deben guardar los bancos, quedando en el 20% para los grandes bancos. Los nuevos requerimientos entrarán en vigor el próximo 25 de marzo.
Este tipo de medidas, unidas a las subidas de tipos de interés (tres desde el pasado mes de octubre), tratan de frenar la excesiva liquidez de la economía china, que está provocando que se disparen los precios por encima de los objetivos del gobierno chino.
Sin embargo, el movimiento ha pillado por sorpresa a los analistas, ya que esperaban que China no endureciera su política ante los acontecimientos ocurridos en Japón, al menos momentáneamente, ya que se da por seguro que habrá más subidas de tipos en los próximos meses.
Los líderes chinos han declarado públicamente que su prioridad este año es controlar la inflación, temerosos de que la rápida subida de precios provoque un enorme descontento social.
En febrero, el IPC se mantuvo en el 4,9%, el mismo nivel que en enero, por encima del objetivo del 4% de las autoridades pero por debajo del máximo del 5,1% que marcó en noviembre, el nivel más alto en dos años y medio. Además, el alto precio de petróleo agrava el problema, dada la dependencia energética del gigante asiático.
El periódico oficial China Securities Journal ha asegurado, citando a analistas, que posibilidades de una nueva subida de tipos en el segundo trimestre. Además, ha citado a miembros del banco central asegurando que la inflación podría dispararse hasta el 5,5% en abril, aunque esperan que se modere hasta el 4% a finales de año.