
En los últimos tiempos, los mercados financieros globales están sufriendo las consecuencias de sucesos que podrían ser calificados de cisnes negros con tanta frecuencia que cabe la posibilidad de que estén cambiando de color. La catástrofe de Japón y los conflictos en Oriente Próximo llueven sobre mojado.
Este tipo de hechos, que suceden "una vez en la vida" y que tienen un gran impacto en la economía y en los mercados, fueron puestos bajo los focos por Nassim Taleb en 2007, con su célebre libro El cisne negro.
En los últimos años, los sucesos "altamente improbables" han dominado la actualidad. Los últimos años están tan plagada de incidentes extraordinarios que los inversores empiezan a acostumbrarse.
"El desplome del mercado del año 2000, la caída del crédito, el desplome de los mercados en 2008 y 2009... se supone que pasan una vez cada cien años y lo cierto es que están ocurriendo mucho más regularmente. Así que creo que habría que renombrarlo", indica el gestor de Bel Air Investment Advisors, Gary Flam, a la CNBC. La lista se puede ampliar con el pinchazo de las burbuja puntocom e inmobiliaria, los ataques terroristas de 2001 y, más recientemente, los conflictos en Oriente Próximo y, por último, el desastre de Japón.
"Hay que entender que, sea como sea que lo llames -una inundación, un cisne negro...- sucede mucho más a menudo", añade el experto de Bel Air Advisors.
Perder el miedo
Taleb explica en su aclamado libro que los modelos tradicionales y la habitual valoración de las probabilidades provocan que los inversores no sean capaces de anticipar estos episodios y queden atrapados irremisiblemente en las pérdidas.
En este punto, Flam aconseja darle la vuelta a la propia psicología, que en estos casos se convierte en "nuestro peor enemigo", y aprovechar las oportunidades de inversión que afloran. "Preferirás invertir cuando el entorno sea más confortable, pero no en tiempos de incertidumbre, que generalmente son el mejor momento para invertir", afirma.
De la misma opinión es Michael Cohn, estratega jefe de inversión de Global Arena Investment Managementm: "Hay alguna oportunidad de compra aquí". Y desde Bank of America Merrill Lynch también están aconsejando no dejarse llevar por el pánico vendedor. Según explican sus analistas, la estrategia de deshacer posiciones para luego volver a comprar 20 días después sólo funcionó en el Lunes Negro de 1987 -otro cisne negro-.