
Hoy comenzará a cotizar en EEUU el primer ETF (fondo cotizado) sobre préstamos bancarios a empresas, que responde a la demanda de los inversores en productos de cobertura sobre tipos de interés. Con los tipos oficiales casi en cero y la economía de EEUU en recuperación, ha crecido últimamente la demanda de estos préstamos porque pagan un interés variable basado en el Libor (equivalente a nuestro Euribor).
En EEUU, los bancos conceden este tipo de préstamos a empresas con un rating por debajo del grado de inversión y luego titulizan una buena porción para venderla a los inversores.
En los últimos 20 años, el mercado de estos créditos ha pasado de ser un nicho a una inversión popular. "A medida que este activo ha madurado y se ha convertido en una inversión mayoritaria, ha aumentado el deseo de ofrecer un producto indexado", explica Greg Stoeckle, de Invesco, cuya filial PowerShares Capital Management gestionará el ETF.
Este fondo cotizado toma como subyacente el índice S&P/LSTA US Leveragen Loan 100, una cesta de los cien mayores y más líquidos préstamos concedidos a empresas como Bausch & Lomb, CIT, Ford o Las Vegas Sands Casino. Según los datos históricos, su rentabilidad anual ha sido del 6,9% entre 2002 y 2010.
Los inversores minoristas han puesto su dinero en fondos que compran estos préstamos, que han registrado entradas de 15.000 millones de dólares a lo largo de 34 semanas consecutivas, lo que ha disparado el patrimonio gestionado hasta 37.000 millones, según datos de Lipper. Varias gestoras de fondos se han apresurado a lanzar nuevos productos que invierten en préstamos.
Dudas por la falta de liquidez
El interés de los inversores puede venir bien para futuras compras de empresas por sus gestores (Management buy-outs), ya que se financian con estos préstamos. Dichos créditos van por delante de los bonos en la estructura de capital de las empresas, es decir, cobran antes en caso de quiebra.
En los años del boom de las operaciones corporativas antes de la crisis financiera, la demanda en este mercado estaba dominada por los CLO (collateralised loan obligations), unos vehículos financieros que permitían a los bancos empaquetar grupos de préstamos concedidos a empresas de riesgo en valores negociables.
Pero ha habido muy pocos CLO desde que estalló la crisis. Timothy Strauts, analista de ETF en Morningstar, opina que la falta de liquidez en el mercado de crédito siembra dudas sobre el nuevo ETF. Los ETF que se basan en mercados más ilíquidos suelen replicar el comportamiento de los índices menos fielmente que los que se basan en mercados líquidos como la bolsa, porque comprar y vender el activo subyacente es más difícil, especialmente en momentos de fuertes movimientos del mercado.