NUEVA YORK (Reuters) - Representantes de Serbia y de los albanokosovares iniciaron el viernes en Nueva York las primeras conversaciones cara a cara sobre el futuro de la provincia separatista serbia con mediadores internacionales.
Serbia, respaldada por Rusia con su poder de veto en la ONU, rechaza la independencia de Kosovo. Pero los dos millones de albaneses del territorio, el 90 por ciento de la población, no se conformarán con nada menos.
Los ministros de Exteriores del Grupo de Contacto de importantes potencias apelaron el jueves a Serbia y los albanokosovares para que busquen terreno común en el último intento de negociaciones.
"Hay responsabilidades en ambas partes en tanto este proceso continúa", dijo a periodistas el ministro de Exteriores británico, David Miliband, tras una reunión del llamado Grupo de Contacto. "Los representantes en Belgrado y Pristina necesitan involucrarse (...) con real espíritu constructivo".
"Los ministros reiteraron que una pronta resolución del estatus de Kosovo es crucial para la estabilidad y seguridad de los Balcanes occidentales y de Europa como un todo", declaró un comunicado del Grupo de Contacto.