
Nueva York, 18 feb (EFE).- Wall Street logró encontrar hoy el rumbo alcista del que carecía al comienzo de la sesión y su principal indicador, el Dow Jones de Industriales, acabó el día con un avance del 0,59% con el que encadenó su tercera semana consecutiva en positivo.
Ese índice se afianzó así por encima de los 12.300 puntos y se quedó cerca incluso de los 12.400, en un día en el que pareció que los inversores quisieron celebrar por adelantado el Día de los Presidentes en Estados Unidos, que mantendrá cerrados los mercados de valores de este país el próximo lunes.
Con un avance semanal del 0,96%, el Dow Jones anotó además su tercera semana consecutiva de avances, en las que ha acumulado un avance del 4,8%, su mayor ganancia en tres semanas desde agosto pasado.
También con la vista puesta en el largo fin de semana que comienza mañana, el selectivo S&P 500 y el índice que mide la evolución del mercado Nasdaq decidieron olvidar los pequeños descensos e indecisión de la mañana y acabaron con sendos avances del 0,19% y el 0,08%.
Durante esta semana esos dos indicadores también han acumulado avances cercanos al punto porcentual: un 1,04% en el caso del S&P 500 y un 0,87% en el del índice compuesto del Nasdaq.
Los ascensos con los que terminó Wall Street parecían no corresponderse con las crecientes tensiones que tenían lugar en Oriente Medio, donde las protestas se radicalizaban en países como Yemen, Bahréin, Libia, Jordania e Irán, tanto a favor como en contra de los regímenes autoritarios a los que están sometidos.
Un día más la Bolsa de Nueva York parecía inmune a esos conflictos, algo que los analistas seguían asegurando que puede cambiar rápidamente si las protestas se radicalizan aún más.
Las tensiones en ese área geográfica clave para la distribución del crudo sí que influyeron en la cotización del petróleo de Texas, que cerró con un ascenso del 0,18%, hasta los 86,20 dólares por barril.
Mientras, al otro lado del Atlántico los ministros de Finanzas del G-20 comenzaban en París una reunión de dos días para buscar consenso sobre el diagnóstico de los desequilibrios financieros globales, no sin ciertas suspicacias entre sus miembros por las medidas correctoras que se les podrá pedir para paliar dichas asimetrías.
A la espera de que el sábado se conozcan las conclusiones de esa reunión, los inversores neoyorquinos se dejaban influir por otras noticias procedentes del exterior, particularmente la nueva subida de medio punto del índice de reserva bancario en China.
Esa medida, que busca aminorar la constante subida de precios del país asiático, volvía a analizarse minuciosamente en Wall Street, donde las opiniones se dividen entre quienes aplauden el control de la inflación y quienes ven en ellas un posible obstáculo para el crecimiento económico chino.
Desde el ámbito empresarial el sector tecnológico era protagonista este viernes en el parqué neoyorquino, ya que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se preparaba para dar un discurso sobre cómo fomentar la inversión en tecnológicas, que considera clave para mantener el liderazgo de su país.
Esa conferencia, en la que instó a empresarios y ciudadanos a invertir en educación para conservar ese liderazgo, tuvo lugar en una planta de ensamblaje de semiconductores del gigante informático Intel en Oregón, una empresa que acabó hoy con un ascenso del 0,48%.
Otro gigante tecnológico fue protagonista este viernes en el parqué neoyorquino, en este caso Apple, por el descenso del 2,16% que experimentaron sus acciones después de que se publicase que las autoridades estadounidenses estudian si el servicio de suscripción a medios de comunicación creado por esa compañía respeta las normas de libre competencia del mercado de dispositivos móviles.
Por otra parte, la petrolera Chevron subió el 1,6% animada por la noticia de que un juez neoyorquino ha aplazado su decisión sobre si prohíbe la ejecución de la sentencia por la que en Ecuador se condenó esta semana a esa petrolera a pagar 9.500 millones de dólares por daños medioambientales en la Amazonía.
La semana que viene se conocerán datos sobre confianza de los consumidores, la venta de viviendas en las grandes ciudades estadounidenses y los resultados empresariales de compañías como Home Depot o Wal Mart.