Unos lo llamarán simple rebote y otros considerarán el comportamiento que está teniendo el Ibex 35 en 2011 como el principio de un rally que perdurará durante todo el ejercicio. Sea como fuere, lo cierto es que parece que, al menos en esta primera parte del año, los inversores se están lanzando a comprar lo que vendieron masivamente en 2010. O lo que es lo mismo, todo lo que tenga la marca España, ante la leve distensión que se está viendo en el mercado de deuda nacional.
Con todo, esta fiebre inversora está teniendo un efecto más que positivo en muchas de las compañías que integran el Ibex 35. Tanto que catorce de sus valores, el 40%, cotizan ya en máximos anuales.
La crisis de la zona euro ha dejado de ser el foco de atención y ha cedido su protagonismo a los mercados emergentes y, más concretamente, al efecto que sobre su crecimiento tenga su alta inflación. Esto ha permitido que la rentabilidad del bono a diez años haya caído y, con ello, también se ha abaratado el endeudamiento de las compañías españolas. Y los bancos son unos de los que más lo han notado. No sólo han tenido que pagar rendimientos inferiores a los de principios de año cuando han acudido al mercado con emisiones de cédulas, sino que también sus títulos han vuelto a despertar interés. Así, BBVA, Santander o Popular pasan a engrosar la lista de valores que cotizan ya en máximos anuales. Y, no contentos con eso, aún siguen ofreciendo potencial de cara a los próximos doce meses, ya que el consenso de analistas que recoge FactSet sitúa su precio a doce meses un 7, 2 y 10% por encima respectivamente respecto a sus niveles actuales.
Mejor fotografía incluso es la que presentan compañías como Repsol y OHL. Ambas no sólo se benefician del atractivo que ahora parece despertar España para los inversores, también cuentan con otros factores externos: el alto precio del petróleo en el caso de Repsol y la diversificación hacia países emergentes (México o Brasil, sobre todo) llevada a cabo por la constructora. Éstas son sólo algunas de las razones de que ambas coticen en máximos anuales y, además, las dos cuentan con una recomendación de compra por parte de los analistas y un potencial para los próximos doce meses que, en el caso de OHL supera el 17%.
Dónde no hay más que rascar
De las catorce compañías que cotizan en máximos anuales, cuatro han agotado ya su potencial para el próximo año. Se trata de FCC, Endesa, Gas Natural y BME. El caso de esta última es llamativo pues, pese a que sus títulos coticen ahora por encima de su precio objetivo, los analistas han cambiado su recomendación de venta a mantener ante la posibilidad de que se incorpore a la fusión que ha llevado a cabo Deutsche Boerse con NYSE.