
Barcelona, 16 feb (EFE).- El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, ha pedido hoy al Govern que no se frene la construcción de la Línea 9 del metro de Barcelona, mientras que el conseller de Territorio y Sostenibilidad, Lluís Recoder, ha reclamado al Ejecutivo central mayor influencia de la Generalitat sobre la obra pública.
Hereu y Recoder han aprovechado la inauguración de la estación de Rodalies de La Sagrera-Meridiana para lanzar estas peticiones cruzadas ante el ministro de Fomento, José Blanco, durante la inauguración de la nueva estación de La Sagrera-Meridiana.
Por su lado, Blanco ha calificado la nueva infraestructura de "apuesta sin precedentes", aunque ha reconocido que llega "algo tardía".
La estación, que entrará en funcionamiento el próximo 20 de febrero, ha supuesto una inversión de 34,3 millones de euros y será un gran intercambiador entre cuatro líneas de Rodalies (R3, R4, R7 y R12) y otras tantas de metro, la 1, la 5, la 9 y la 10
Durante su parlamento, Blanco ha subrayado que, aún en tiempos de crisis económica, es necesario "hacer más y, si cabe, más rápido" y ha destacado que construir nuevas estructuras ferroviarias "no es meramente una cuestión medioambiental".
Recoder se ha mostrado de acuerdo con el ministro y ha manifestado que, a pesar de que la crisis está obligando al Gobierno del Estado y al de la Generalitat a hacer recortes, hay proyectos que "no pueden esperar más tiempo en los cajones" y ha reclamado para Cataluña "una red ferroviaria digna del siglo XXI".
El conseller ha lamentado que, tras el traspaso de la gestión de Cercanías a la Generalitat, la administración catalana tiene todavía "una capacidad baja de influencia en el servicio".
"Este gobierno aspira no sólo a poner los horarios de los trenes, sino a tener un mayor control del servicio y, sobre todo, a participar en la ejecución de las obras que se han de realizar en la infraestructura", ha subrayado Recoder.
Por su lado, Hereu le ha pedido al conseller que la construcción de la Línea 9 del metro, que tiene que cruzar toda la ciudad desde el Llobregat hasta el Besós, "no se pare", después de que Recoder anunciara que la Generalitat contempla de la posibilidad de no construir alguna de las 52 estaciones de la línea.
Hereu ha valorado positivamente los tramos construidos, en los dos extremos de la línea, y ha reclamado que sigan las obras: "Hemos hecho un gran esfuerzo en los dos extremos y ahora toca unir", ha asegurado antes de enfatizar la importancia de "conectar La Sagrera con el aeropuerto" de El Prat a través de la Línea 9.
El alcalde de Barcelona, que se encuentra inmerso estos días en plena campaña para las elecciones primarias del PSC, de las que deberá salir elegido el candidato socialista para los comicios municipales de mayo, ha tenido unas palabras de reconocimiento a la "paciencia" de los vecinos del barrio.
De hecho, las obras de esta estación se han prolongado durante 19 meses, causaron afectaciones en el tráfico de la zona y fue necesario demoler un antiguo túnel de ferrocarril, lo que obligó a cortar el tráfico de Rodalies durante cinco meses seguidos.
Blanco ha destacado que las obras, que se han aprovechado para instalar 1.300 metros de vía con un tratamiento especial para reducir las vibraciones y el ruido, han tenido como resultado "el mayor intercambiador de transporte ferroviario del norte de Barcelona" que se convertirá en un nudo de comunicaciones clave para el transporte en Cataluña y hacia el resto de Europa.
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