Las españolas aprovechan el aumento de turistas a nuestro país, estimado en un millón de personas. La oleada de revueltas que recorre el mundo árabe pone en el punto de mira de los inversores a las grandes compañías hoteleras internacionales.
Desde que la llama de la revolución prendiera en Túnez, las cadenas hoteleras más importantes, como Marriott o Shangri-La Asia, que posee la mayor parte de su negocio en Oriente Medio, Asia y Norteamérica, han sufrido fuertes caídas en bolsa -entre el 11,79 por ciento y el 4,1 por ciento- y una leve revisión a la baja de las recomendaciones de compra y del precio objetivo (ver gráfico).
Egipto atrae una media de 15 millones de turistas al año (espera que sean 20 millones en 2020) y es uno de los principales destinos del mercado de invierno, por lo que la inseguridad que se vive en sus calles amenaza los resultados de su temporada alta y de los establecimientos que tienen presencia en la zona. Mientras el sector hotelero internacional sufre las cancelaciones y las repatriaciones (Iberia ha anunciado que va a mandar un avión más grande a Egipto para facilitar el regreso de los turistas), el español se beneficia del efecto rebote que ha convertido Canarias y el Litoral español en un destino refugio.
Sol Meliá y NH Hoteles han visto como en estos últimos 15 días sus títulos se revalorizaban un 10,53 por ciento y un 19,56 por ciento, respectivamente, mientras que el precio objetivo de la compañía que preside Gabriele Burgio subía hasta los 4 euros. Detrás de estas mejoras se encuentran las buenas perspectivas del sector hotelero para el año 2011. Los primeros datos muestran un incremento del 15 por ciento de las llegadas de turistas a Canarias. Fuentes empresariales aseguran que los disturbios en Túnez y Egipto van a favorecer a las islas y la Costa Blanca donde los hosteleros ya están aumentado las ofertas y donde, según Hosbec, las reservas aumentarán un 20 por ciento.
De cara al año 2011 se calcula que llegarán a España un millón de turistas más. Esta cuota de mercado prestada supondrá unos ingresos adicionales de unos 800 millones de euros, que beneficiarán, sobre todo, a las empresas españolas ya que el sector turístico es un mercado muy atomizado dominado por actores nacionales, donde apenas tienen presencia las cadenas internacionales.
Pese a que en el sector se espera "un verano espectacular" los empresarios piden prudencia ya que la mejora será coyuntural y mantienen que se deben hacer reformas para ganar competitividad.
Dudas en el gas
Egipto es una pieza clave en las exportaciones de gas lo que puede poner en entredicho las recomendaciones de las empresas gasistas. Desde IG Market explicaron que el miedo al efecto contagio y a un empeoramiento del conflicto que termine cerrando el canal de Suez pondría en peligro a las empresas petroleras y gasistas.
Gas Natural es la única empresa española con intereses en Egipto que ha visto como el consenso de mercado de Factset deteriora su recomendación. La compañía opera la planta de gas licuado Damietta, que junto con las planta de Sagunto y otros negocios de transporte aportan el 4,7 por ciento del ebitda de la gasista. Damietta supuso una inversión de unos 400 millones por parte de Gas Natural, la mayor parte de las inversiones española totales acumuladas en Egipto que, según datos del Icex, suman 631 millones de euros.
Aunque la revisión de la recomendación puede ser consecuencia de la fuerte emisión de bonos de la semana pasada, su presencia en la zona puede poner a su negocio en el punto de mira de los inversores.
Por su parte, FCC, Iberdrola y ACS tienen una presencia residual en la zona. La exposición de las empresas españolas es reducida, pero una expansión del conflicto por la zona del Magreb puede poner en entredicho a Repsol, que tiene el 5 por ciento de su producción en Libia y Argelia.