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Caída libre de acciones de Northern Rock enfrenta al país a su peor crisis

Joaquín Rábago

Londres, 17 sep (EFECOM).- La caída libre de las acciones del Northern Bank y sus repercusiones en otras entidades del sector bancario colocan a Gran Bretaña ante su peor crisis financiera en muchos años y ponen por vez primera en aprietos al Gobierno de Gordon Brown.

Las acciones del Northern Bank, que el viernes cayeron más del 31 por ciento, volvieron a perder hoy más de un 35 por ciento de su valor, y arrastraron de paso en su caída a otros bancos vinculados al sector inmobiliario e hipotecario.

Así, los títulos de Alliance & Leicester se depreciaron en más de un 18 por ciento por ciento, los de Bradford & Bingley lo hicieron en más de un 8 por ciento, mientras que las acciones del grupo HBOS, propietario del líder hipotecario británico, Halifax, perdieron casi un 5 por ciento de su valor bursátil.

El sucesor de Brown al frente de la cartera de Economía, Alistair Darling, trató una vez más de tranquilizar a los clientes del Northern Rock, que, contagiados por el pánico, sacaron este fin de semana 2.000 millones de libras (2.900 millones de euros), cerca de un 8 por ciento de los 24.000 millones que tenía el pasado jueves en depósitos ese banco.

"Pase lo que pase, la gente podrá sacar su dinero. No tienen que preocuparse. Si damos nuestro apoyo a un banco en dificultades como Northern Rock es para ayudarle a superarlas", declaró Darling a radio 4 de la BBC mientras, desoyendo sus palabras, en todas las sucursales continuaban las colas de clientes deseosos de llevarse a casa sus ahorros.

Darling recordó, por otro lado, que el Banco de Inglaterra se había limitado a hacer al Northern Rock un préstamo de emergencia, a un interés al parecer superior al 7 por ciento, dinero que, según explicó, sería devuelto oportunamente al erario público.

El desplome bursátil de Northern Rock convierte a éste en presa fácil de sus rivales.

Antes de que el Banco de Inglaterra decidiera acudir en su auxilio con su reserva de emergencia, Northern Bank había estado al parecer en conversaciones con Lloyds TSB y Barclays.

Sin embargo, con sólo 67 sucursales en todo el país y un modelo de negocio que ha demostrado ahora claramente sus deficiencias, puede resultar menos atractivo, según los observadores, que otros bancos más convencionales.

Ese modelo y sus consecuencias los resumió hoy así el consejero delegado de Northern Rock, Adam Applegart: "Ha habido una pérdida de confianza entre los bancos y como nosotros obtenemos tres cuartas partes de nuestros fondos gracias a ese sistema, hemos sido los primeros en resultar estrujados".

La crisis no puede dejar de tener también repercusiones políticas, y así el ministro de Economía insinuó hoy que Gordon Brown no convocaría a los británicos a unas elecciones anticipadas este otoño, que hasta ahora algunos creían probables.

"No tengo la impresión de que dentro o fuera del Gobierno haya muchas ganas de elecciones", señaló.

La oposición conservadora ha visto, por su parte, en las actuales turbulencias una ocasión que ni pintada para criticar la gestión económica de los laboristas.

Su líder, David Cameron, instó hoy al titular de Economía a hacer una declaración completa sobre la crisis bancaria aunque se abstuvo de reclamar una reunión urgente del Parlamento -actualmente de vacaciones- para no "causar más alarma".

Cameron había atacado ya el fin de semana pasado la gestión de Gordon Brown como titular de la cartera de Economía y dijo que los éxitos de los que tanto se precia el hoy primer ministro están construidos sobre una inestable "montaña de deuda".

"En ningún momento de sus diez años al frente del ministerio de Economía advirtió Gordon Brown a los ciudadanos de que este país estaba endeudándose por encima de sus posibilidades", criticó a su vez George Osborne, responsable de asuntos económicos de los "tories". EFECOM

jr/prb

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