El euro está en máximos históricos, el petróleo ha llegado a superar los 80 dólares en EEUU, el oro vuelve a cotizar por encima de los 700 dólares, los inversores contemplan temerosos la evolución de la crisis financiera actual y su posible transmisión a la economía real... Por si no fuera bastante con este preocupante panorama, el próximo lunes arrancará el show de Alan Greenspan.
Ese día se publicará La era de las turbulencias: aventuras en un nuevo mundo, el libro autobiográfico de la persona que presidió la Reserva Federal estadounidense (Fed) entre agosto de 1987 y enero de 2006. Pero, sobre todo, el 17 de septiembre sonará el pistoletazo de salida que dará lugar a un auténtico maratón de apariciones públicas que protagonizará el legendario banquero central.
Por mucho que se trate de Greenspan, no está exento de promocionar su libro y de responder a los compromisos publicitarios a los que está sometido cualquier autor, de ahí que su agenda se vaya a convertir en un tour mediático. Hasta la fecha, ya están confirmados ocho actos públicos a los que asistirá entre el propio lunes y el viernes 21 de septiembre.
Hasta la saciedad
¿Demasiado para un hombre que el pasado 6 de marzo cumplió 81 años? Tal vez, pero sobre todo puede ser un verdadero quebradero de cabeza para los mercados financieros. Y no sólo porque puedan sufrir un empacho de Greenspan, sino porque su influencia sobre ellos continúa siendo bastante considerable pese a que cedió el bastón de mando de la Fed hace ya 19 meses.
Este mismo año ha dado sobradas muestras del toque que aún conserva. A finales de febrero, su advertencia de que había una posibilidad entre tres de que la economía norteamericana entrara en recesión este mismo año alimentó el primer bache serio de las bolsas en 2007, que en la primera quincena de marzo cayeron entre un 5 y un 10%.
En mayo, avisó del riesgo de una "seria contracción" en los parqués chinos, un mensaje que provocó recortes entre el 4 y el 8% en las acciones de las compañías de peor calidad; y la semana pasada acaparó la atención de los inversores tras asegurar que hay "rasgos idénticos" entre el escenario actual y las crisis sufridas en los mercados en 1987 y 1998.
Combinando estos precedentes con la sensibilidad que existe en estos momentos en las plazas financieras mundiales, las continuas intervenciones de Greenspan en los medios de comunicación y en eventos públicos amenazan con poner a prueba el pulso de los mercados.
Todo un filón
Más aún si se tiene presente que el próximo martes se celebrará la reunión en la que está previsto que la Fed rebaje los tipos de interés, que ahora están en el 5,25%. Con Greenspan en primera plana de la actualidad, su sucesor, Ben Bernanke, puede verse envuelto de nuevo en una rueda de comparaciones en función de la decisión que adopte finalmente la institución.
Así lo barajan incluso las cadenas de televisión estadounidenses, que no han dudado a la hora de hacer un hueco en sus parrillas a Greenspan. Por sí mismo, este hecho ya delata que no fue un banquero central normal. A diferencia de sus predecesores, a él le conoce el gran público. Bien sea por su parecido con el director de cine Woody Allen, bien por el prestigio y la buena prensa que se ganó durante sus mandatos, Greenspan rompió en parte con el estereotipo que rodea a los banqueros centrales de ser personajes lejanos y desconocidos.
Ahora bien, aquel que no le conozca tendrá ocasiones de sobra para hacerlo durante la próxima semana. El lunes aparecerá en directo en las cadenas CBS y NBC y se publicará una entrevista en el rotativo holandés NRC; el martes será entrevistado en la CNBC por Maria Bartiromo, la periodista que cobró fama en mayo de 2006 tras filtrar una observación que Bernanke le hizo en privado sobre el futuro de los tipos de interés en EEUU.
Ayer, a modo de aperitivo, la CBS avanzó algunos de los fragmentos de la entrevista que difundirá el lunes. Entre esos estractos destaca que Greenspan considera que Bernanke está haciendo "un excelente trabajo" y que en su momento no se podía prever el alcance económico de una crisis en el sector de las hipotecas de alto riesgo o basura -subprime, en inglés-.
Divergencia de opiniones
Este frenesí, además de a motivos promocionales, constata las grandes expectativas que han generado las memorias del que posiblemente ha sido el banquero central más famoso de la historia. Inversores, empresarios y economistas esperan con ansiedad su publicación. Si se pregunta a alguno de los habituales inquilinos de Wall Street sobre Greenspan, la respuesta ya se sabe casi de antemano.
"El economista con más experiencia sobre la faz de la tierra", sostienen unos. Otros aseguran que "es la persona que ha dictado y dictará el rumbo de los mercado financieros estadounidenses". Y, por supuesto, en lo que a su nuevo libro se refiere, todos esperan que "cuente con pelos y señales aquello que no pudo mientras estuvo en el cargo".
Eso sí, aunque ésta sea la opinión mayoritaria, ni siquiera ex presidente de la Fed concita un apoyo unánime. Algunos economistas como Brian Carr, creador del blog Savingwithoutabudget.com, una web que aconseja al ciudadano norteamericano cómo ahorrar dinero durante el día a día, no dudan en bajarle de los altares. "Seguro que en el libro pasará por alto el hecho de que Greenspan ha sido el mayor contribuyente a las caídas financieras experimentadas por EEUU durante los últimos tiempos", afirma Carr.
Un 'best-seller' a la vista
Sea cual sea el veredicto, la compañía encargada de su edición, Penguin Press, ya se frota las manos esperando que este manuscrito colme las previsiones y se convierta en todo un best-seller. Por si fuera poco, y para terminar de caldear el ambiente más de lo que ya se ha encargado de hacerlo la actual inestabilidad financiera, Greenspan ha calentado los ánimos en el blog que ha creado en colaboración con la tienda online Amazon para apoyar el lanzamiento del libro.
"Quise dar el salto para escribir en primera persona sobre lo que yo había experimentado. ¡Y después de años de emplear el lenguaje de la Fed -Fedspeak- en el cuidadosamente calibrado testimonio ante el Congreso, finalmente podría usar mi propia voz!", se felicita el ex mandatario del banco central en dicho foro al referirse a su libro.
"Nunca he tenido tiempo de sentarme y reflexionar sobre lo ocurrido", añade. Y, como remate, admite: "Mi mandato como presidente de la Fed terminó en la medianoche del 31 de enero de 2006. A la mañana siguiente, empecé a escribir".
Pero estos meses de trabajo acabarán dando unos jugosos frutos. Según las primeras estimaciones, podría embolsarse más de 8,5 millones de dólares con su obra. Las memorias de Alan Greenspan ya están aquí. ¡Que empiece el show!
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