El Ibex 35 se expone a caer hasta los 9.200 puntos si hoy no reconquista los 9.800 puntos. Además, el mercado teme la avalancha de colocaciones de deuda española, lusa e italiana la próxima semana. Ver más en Mercados y Cotizaciones.
Fue bonito mientras duró. Portugal ha devuelto a España a la cruda realidad tras el dulce sueño propiciado por la visita del viceprimer ministro de China, Li Kequiang, y su compromiso de que el gigante asiático seguirá comprando deuda española. Horas después de que el dirigente chino terminara su viaje oficial, el Tesoro luso anunció que el miércoles colocará títulos con vencimiento en 2014 y 2020. En ese momento, poco después de las cuatro de la tarde, los inversores cayeron en la cuenta de que España e Italia también realizarán emisiones de bonos la próxima semana. Fue entonces cuando, fruto del agobio provocado por esa confluencia de operaciones, retornó la desconfianza. Tampoco ayudó el resultado de una encuesta realizada por la agencia financiera Reuters, según la cual 44 de los 51 analistas consultados consideraron que Portugal tendrá que ser rescatado; sólo 7 expertos respondieron afirmativamente a la posibilidad de que España también sea intervenida.
Máximos desde noviembre
Todo ello provocó un vuelco espectacular en los mercados pasadas las cuatro de la tarde. En la deuda pública, las ventas, contenidas en el arranque de 2011, se desmelenaron con el consiguiente repunte de los rendimientos, que suben cuando el precio de los títulos baja. La rentabilidad de los bonos lusos a 10 años se disparó del 6,65 al 6,95 por ciento, mientras que la de los españoles pasó del 5,30 al 5,45 por ciento.
A su vez, estos repuntes provocaron una acusada subida de la prima de riesgo, medida por la diferencia entre la rentabilidad que el mercado exige a los bonos lusos y españoles con respecto a los alemanes, que se toman como referencia por ser los más seguros. Ayer, esa brecha se amplió de los 371 a los 401 puntos básicos -ó 4,01 puntos porcentuales- en el caso portugués y de los 237 a los 254 puntos básicos -ó 2,54 puntos porcentuales- para España. En ambos casos, se trata de las primas más altas desde finales de noviembre.
Peligro en el parqué
Los recelos de los inversores también se canalizaron al parqué en la recta final de la sesión. Y de nuevo los mercados portugués y español caminaron juntos. El índice luso PSI 20 cedió un 1,2 por ciento, hasta los 7.634,8 puntos. En cuanto al Ibex 35, cayó finalmente un 1,01 por ciento, hasta los 9.702,7 puntos. En este sentido, los analistas de Bolságora advierten del riesgo que implicaría que el indicador español no recuperara hoy el soporte de los 9.800 puntos, porque podría abocarle a un descenso adicional hasta los 9.200 puntos. Tendrá difícil remontar si persiste la debilidad de la banca, el sector con mayor influencia en el índice. Ayer, BBVA, Santander y Bankinter retrocedieron más de un 2 por ciento y Sabadell y Popular perdieron cerca de un 1,5 por ciento.
Los recortes sufridos certificaron la brecha que comienza a abrirse ya entre los parqués periféricos y los del núcleo de Europa. Mientras que el Dax alemán y el Cac 40 francés suben un 1 y un 2,6 por ciento, respectivamente, en 2011, el Ibex presenta una bajada del 1,6 por ciento.