NUEVA YORK, EEUU (Reuters) - Los compañeros que teclean enérgicamente su BlackBerry, teléfono o portátil en la oficina podrían no ser tan productivos como parecen, ya que uno de cada cuatro aficionados a los videojuegos admite jugar en el trabajo, incluso en las reuniones.
La actividad aumentó en la misma medida que la jerarquía corporativa, y más de un tercio, o un 35 por ciento, de los jefes o altos ejecutivos que participaron en el estudio admitieron jugar en el trabajo, lo que representa el ocho por ciento de la encuesta.
Dos tercios de ellos dijeron que lo hacían al menos una vez al mes.
Ocho de cada diez dijeron que jugar durante un rato les ayudaba a superar el estrés, mientras que alrededor de cinco de cada diez dijeron que les ayudaba a reforzar la memoria.
