
En verano -junto con enero- se dispara la concesión de créditos rápidos, en la búsqueda de financiación extra para poder abordar con garantías las vacaciones. Sin embargo, ahora más que nunca están en el ojo del huracán, después de la crisis de las hipotecas basura estadounidenses y a pesar de que nada tienen que ver con estos préstamos, ya que se conceden para financiar el consumo y no la vivienda, como los de EEUU.
Pero, ¿qué es un crédito rápido o fácil? Es un préstamo de pequeño importe -generalmente de entre 3.000 y 6.000 euros-, que no necesita papeleo ni explicaciones y que se obtiene en poco tiempo. Por contra, aplica unos tipos de interés que llegan al 26,18% y siempre por encima del 20%, según ha confirmado elEconomista entre las entidades consultadas. Es decir, que sale tres veces más caro que un préstamo al consumo tradicional que le daría su entidad -que aplica tipos de entre el 8% y 10%-.
Atrae a todo tipo de empresas
En los últimos años, la banca ha encontrado un filón en este negocio, originario de los establecimientos financieros de crédito, sobre todo los extranjeros. Pero ahora, estas entidades han lanzado una batería de productos al calor de unas familias españolas cada vez más endeudadas por los tipos de interés, en un negocio en el que han entrado todo tipo de compañías, incluso reunificadoras de deuda.
Aunque no hay cifras concretas de lo que mueve, los expertos calculan que este negocio supone, al menos, 1.200 millones de euros -del total de 67.000 millones que controlan en créditos al año los establecimientos financieros de crédito-. Es el caso del Santander (SAN.MC), que ofrece con Crediagil "hasta 6.000 euros, con una aprobación en 24 horas, con los mínimos trámites y sin cambiar de banco". Su TAE (tasa anual equivalente) roza el 21%.
Al igual que su gran competidor, BBVA (BBVA.MC) ha irrumpido con fuerza en este negocio de la mano de Dinero Express, con hasta 6.000 euros y con una TAE del 20,64%, sin comisiones de apertura ni de estudio y "con la cuota que más le convenga", afirma su publicidad. La entidad invita a sus potenciales clientes a "cumplir sus sueños".
El Popular (POP.MC) ha entrado con dos productos: Vivaline y Optiline "para reformar la cocina, reparar el coche, ir al dentista con tus niños… para que cualquier imprevisto no te pille por sorpresa", explica el banco. Estos dos préstamos aplican tipos de hasta el 22% TAE para préstamos de entre 600 y 6.000 euros.
También las cajas se apuntan
La banca no ha sido la única en descubrir los beneficios de este negocio. Las cajas también se han lanzado de lleno. Bancaja Credit ofrece "el préstamo rápido que da la cara" desde 3.000 hasta 30.000 euros. Para un préstamo de 30.000 euros a dos años la TAE supera el 12%, además de pagar una comisión de apertura del 2,5%. Si eres cliente, pagas menos.
Caixa Galicia ha recurrido a un famoso presentador para hacer la llamada del comodín y conceder hasta 7.500 euros. Para ello, ha lanzado su financiera CXG Crédito Familiar, con la que espera alcanzar los 400 millones de euros en inversión crediticia en 2008.
Pero si alguien marca este territorio son aquellas entidades que, como Cofidis o Banco Sygma, abrieron el melón. La francesa Cofidis ofrece tres créditos rápidos en los que llega a aplicar tipos del 22,95%, pero como dice una operadora a elEconomista, "este importe incluye el coste de apertura, mantenimiento y cancelación".
El Banco de España recomienda que se informen bien y advierte de su alto precio. Por su parte, las asociaciones de consumidores, como Adicae, llevan años reclamando que se establezcan legalmente unos límites sobre los tipos de interés.