MADRID (Reuters) - Dos agentes de la Guardia Civil resultaron levemente heridos en la madrugada del viernes tras la explosión de una furgoneta bomba con entre 80 y 100 kilos de explosivos cerca del cuartel en la localidad vizcaína de Durango, en lo que las autoridades consideran el primer atentado de ETA desde que anunció el fin del alto el fuego.
"Podría haber sido una autentica carnicería", dijo a los periodistas en el lugar de los hechos el director general de la Policía y la Guardia Civil, Joan Mesquida.
"Hemos oído una gran explosión, nos hemos levantado de la cama asustadísimos, hemos bajado a la calle, yo en bata, y hemos visto lo que había pasado, había reventado un coche al lado del cuartel de la guardia civil", dijo un vecino en declaraciones a RNE.
Un segundo vehículo, que las fuerzas de seguridad creen que fue utilizado por los autores del atentado para huir y que según algunos medios tenía una matrícula falsa portuguesa, explotó en el pueblo de Amorebieta casi una hora después, señaló el portavoz de la Guardia Civil.
Durante semanas el Gobierno ha advertido sobre un inminente atentado de ETA después del arresto de varios miembros de la banda y la incautación de explosivos.
"Lejos de amedrentarnos, aumenta nuestra determinación y firmeza para acabar con la banda terrorista", añadió, instando a "la unidad sin fisuras de todas las fuerzas políticas democráticas".
/Por Andrew Hay y Blanca Rodríguez/