César Muñoz Acebes
Washington, 9 ago (EFECOM).- Al contrario que el Banco Central Europeo (BCE), la Reserva Federal evitó hoy intervenir en los mercados financieros, pese a su acusada caída tras la suspensión de tres fondos por parte de BNP Paribas.
El banco de la Reserva Federal de Nueva York añadió 24.000 millones de dólares en reservas temporales al sistema bancario en dos operaciones de mercado programadas con antelación.
En cambio, el BCE intervino en las bolsas de manera extraordinaria al inyectar 130.880 millones de dólares a una tasa de descuento del 4 por ciento.
Hoy las bolsas mundiales se llevaron un ojo morado, debido al temor de que la crisis inmobiliaria estadounidense extienda las dificultades económicas al extranjero.
El detonante fue el anuncio por parte de BNP de la suspensión de tres fondos con activos en hipotecas estadounidenses de baja calidad.
A las 18:00 GMT, el Dow Jones había caído 200 puntos, un 1,5 por ciento. El índice también se resintió de la noticia de que la morosidad y la ejecución de hipotecas están en alza, según American Internacional Group, la mayor aseguradora del mundo.
Pese a la gran volatilidad del mercado, los expertos no esperan que la Fed siga el ejemplo del BCE y meta la mano en el mercado.
"No creo que lo haga a corto plazo, la Fed no quiere dar la imagen de que reacciona a los movimientos de la bolsa, así que dejará a los mercados que corrijan la situación. Dejará la intervención como último recurso", dijo Larry Young, operador de bolsa de Infinity Futures.
Por su parte, el presidente del banco de la Reserva de Saint Louis, William Poole, afirmó la semana pasada que "la Fed debería responder a los vaivenes del mercado solo cuando esté claro que amenazan el logro de los objetivos fundamentales de la estabilidad de precios y bajo desempleo, o cuando los acontecimientos del mercado financiero amenacen los propios procesos del mercado".
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, también mostró su confianza en la mano invisible del mercado y no en la del Gobierno.
"Hay suficiente liquidez en el sistema para permitir una corrección en los mercados", dijo Bush en una rueda de prensa.
Se trata del segundo día consecutivo en que el presidente intenta calmar a las bolsas y a los estadounidenses con un mensaje que resalta la fortaleza de la economía del país.
Bush citó, como prueba, la "fuerte" creación de empleo, el aumento de los salarios y la baja inflación.
Además, dijo estar en contra de que Fannie Mae y Freddie Mac, empresas financieras respaldadas por el Gobierno, compren más hipotecas para ayudar al mercado inmobiliario.
"El Congreso tiene que reformarlas, hacerlas más eficientes, hacer que se enfoquen en sus prioridades, y sólo después consideraremos otras opciones", dijo Bush sobre las compañías.
La agencia reguladora descubrió el año pasado malversaciones de fondos en Fannie Mae, mientras que Freddie Mac reveló en 2003 errores de contabilidad.
Ben Bernanke, el presidente de la Reserva Federal, había indicado a principios de año que esperaba que el bajón de los bienes raíces aminorase por estas fechas, pero los problemas han resultado más profundos que lo previsto.
La mayoría de los analistas pronostican que la crisis aún no ha tocado fondo, por el alto nivel de ejecuciones de hipotecas y el endurecimiento por parte de los bancos de las condiciones para otorgar créditos a los estadounidenses, lo que reduce la demanda de viviendas.
Las dificultades de los bienes raíces "han provocado un efecto en cadena" y se ha comenzado a extender a la economía en general, dijo Young.
Este experto teme que los consumidores contendrán el gasto en el importante mes de septiembre, cuando los niños vuelven a la escuela en Estados Unidos, al tiempo que aumentará el desempleo de personas con bajo nivel educativo y se reducirán las ventas de automóviles.
Ante esta perspectiva, ha renacido el peligro de una recesión. "El gran riesgo es una reducción generalizada del crédito", alertó el banco de inversión ING en una nota enviada hoy a sus clientes.
"Hay claramente potencial para una bajada de intereses", añadió. La mayoría de los analistas prevén que la Fed abarate el precio del dinero antes de finales de año. EFECOM
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