PIRBRIGHT, Inglaterra (Reuters) - Los inspectores veterinarios británicos que preparan un informe sobre la fuente del brote de fiebre aftosa entrevistaron el jueves al personal de un laboratorio cercano.
La crisis de fiebre aftosa de 2001 devastó el sector y costó a Reino Unido unos 8.500 millones de libras (algo más de 12.000 millones de euros).
Merial - propiedad de la firma estadounidense Merck y de la francesa Sanofi-Aventis SA - comparten un área en Pirbright, a unos 8 kilómetros de las fincas afectadas, con el Instituto para la Salud Animal.
"Hay gente en el lugar, continúan las investigaciones y las entrevistas", dijo una portavoz del Ministerio de Medio Ambiente y Ganadería de Reino Unido.
La última, que puede difundirse por el viento y los equipos ganaderos, causa fiebre alta y ampollas en los animales con pezuña partida y a menudo los lleva a la muerte. Raramente se contagia a los seres humanos y no es considerado un problema de salud pública.
/Por Alessia Pierdomenico/