Bolsa, mercados y cotizaciones

El regreso de la tensión recrudece el castigo bursátil a los países periféricos

Las fuertes caídas que arrastran los 'PIGS' en 2010 contrastan con las subidas de Alemania o Bélgica. Dentro de este contexto, el Ibex 35, penalizado por la debilidad de la banca, se destaca como el peor indicador de noviembre.

Ha regresado. Nunca terminó de irse, pero había pasado a un segundo plano a la sombra de los temores deflacionistas en Estados Unidos. Ahora, sin embargo, recobra un papel protagonista. Es la crisis de la deuda soberana en la zona euro, reactivada por la creciente desconfianza que inspira Irlanda.

Su retorno a la primera línea de la actualidad confirma la doble velocidad a la que marcha la región. Una dualidad que no sólo se traduce en el incremento de las primas de riesgo exigidas a los denominados países periféricos, sino que también se refleja en el opuesto comportamiento bursátil entre los países más retrasados, con Grecia a la cabeza, y los más aventajados, comandados por Alemania.

El primer bando se ha llenado en las últimas jornadas de unos números rojos que refuerzan la tendencia que les acompaña durante todo el año. El peor balance lo muestra Grecia, cuyo índice de referencia, el FT/ASE 20, retrocede un 35% en 2010. Le sigue el Ibex 35 español, con un descenso del 13,8%. A cierta distancia se encuentran los indicadores de Italia, Portugal e Irlanda con bajadas que oscilan entre el 5 y el 10%.

En el extremo contrario sobresale el Dax alemán, en cuyo marcador luce una subida del 13,3% en 2010. Otros casos destacados son los de Bélgica y Holanda, con avances del 6,8 y del 3,4%, respectivamente.

Estos comportamientos ratifican las dos velocidades vigentes en la región. "En la zona euro, Alemania y otros países septentrionales marchan bien, mientras que la zona meridional queda rezagada, con España, Portugal y Grecia en la cola. Esta importante divergencia será un reto para el euro", apuntaban ya en octubre desde UBS.

Un lastre muy pesado

Los saldos negativos que acumulan los periféricos han engordado en la última semana al rebufo de los incrementos de sus respectivas primas de riesgo, una asociación que certifica que las dudas sobre la solvencia de estas naciones también pasan factura a los parqués. Más aún en el caso español, puesto que reúne su condición de país expuesto a la crisis con el alto peso del sector bancario en el Ibex.

En el último acelerón de la crisis, el índice español es el más damnificado. Hoy, de hecho, ha sido el peor entre los principales de Europa, con un descenso del 1,3%, hasta los 10.291,8 puntos, en la misma sesión en la que la prima de riesgo superó los 200 puntos básicos. Y en noviembre acumula ya una caída del 4,8%, una trayectoria condicionada por la marcha de los bancos. Hasta el momento, BBVA cede un 9,1%; Sabadell, un 8,6%; Santander, un 8%; Popular, un 7,8%; Bankinter, un 7,6%; y Banesto, un 4,2%. Esta debilidad se nutre de dos tendencias correlacionadas.

Por un lado, la depreciación de sus carteras de deuda pública por las caídas de los precios en el mercado. Y por otro, el encarecimiento del acceso a nueva financiación, un aspecto que resultará clave para el sector en 2011 por los elevados vencimientos que afrontará. El mercado lo sabe, y obra en consecuencia. "Nos habían sacado del grupo de los PIGS y nos han vuelto a meter. No tanto porque pongan en duda las cuentas públicas para este año, sino porque preocupa lo que ocurra en 2011", afirma Eduardo Ripollés, analista de Capital at Work.

Fuera de España, en los principales índices periféricos también mandan los retrocesos en noviembre. El PSI 20 portugués cede un 2,5%; el FT/ASE 20 heleno, un 2,3%; y el Mibtel italiano, un 1%. Por el contrario, el Dax alemán y el Cac 40 francés presentan avances situados entre el 2 y el 2,5%.

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