El sector financiero sigue adaptándose al escenario adverso actual. Las dificultades que rodean al negocio y el aumento en la partida destinada a provisiones que los bancos han realizado como consecuencia de la nueva normativa del Banco de España para afrontar el deterioro de los activos inmobiliarios se han traducido en caídas de beneficio.
Unos recortes que los expertos extrapolan al conjunto del ejercicio y que se han reflejado también en sus previsiones de dividendo, ya que esperan que la banca mediana española retribuya a sus accionistas con cargo a 2010 un 31,5 por ciento menos de media que en 2009.
La tranquilidad que los positivos resultados de los test de estrés trajeron el pasado 23 de julio a la banca española dieron paso después a la incertidumbre típica previa a un cambio regulatorio. Fruto de Basilea III muchos bancos se verán obligados a destinar menos al pay out -porcentaje de beneficio destinado al pago de dividendos-, lo que lleva a los expertos a pegar un tijeretazo de doble dígito en las estimaciones de la retribución de la banca española y en los beneficios previstos para este ejercicio.
Por lo pronto, las previsiones que maneja FactSet apuntan a que la banca mediana cerrará el presente ejercicio con una caída en sus beneficios del 26,5 por ciento.
España les penaliza
La gran diversificación geográfica de los dos principales bancos, BBVA (BBVA.MC) y Santander (SAN.MC), y su cada vez menos dependencia de España hace que se desliguen en cierta manera de estos recortes que acechan al resto del sector, ya que en ambos casos esperan que puedan mantener el dividendo que entregaron en el ejercicio pasado.
E, incluso, en el caso de la entidad presisida por Francisco González, que su cuenta de resultados sea superior a la alcanzada el año pasado. Sin embargo, la situación es totalmente distinta en bancos con menor capitalización.
"Esperamos bastante fortaleza en los dividendos de BBVA y Santander, pero en los bancos medianos prevemos caída adicional en sus dividendos puesto que tienen unos ratios de fortaleza de capital inferiores y una situación inmobiliaria más complicada por su elevado peso en España", explica el director de inversiones de Metagestión, Guillermo Escribano. Un tijeretazo en el dividendo que supera el 60 por ciento en el caso de Banco de Valencia y que se aproxima al 40 por ciento si hablamos de Pastor.
Las dificultades a las que se enfrentan los bancos en cuanto a beneficios cuestiona que puedan sostener una tendencia de crecimiento como la que se ha producido en la última década. "El recorte del dividendo es una tónica generalizada que hace dos años parecía complicado que tuviese lugar, pero que nosotros veíamos muy posible", afirma el director del departamento de análisis de Inverseguros, Alberto Roldán.
Éste considera, además, que la tendencia es que de manera unánime se ofrezcan cromos en lugar del efectivo por la posibilidad de que sostenga así la valoración que algunos hacen del dividendo.