Los líderes de la UE examinarán el jueves cómo reforzar la disciplina presupuestaria en un momento en que Europa lucha por recuperarse de una crisis de deuda soberana inaudita, durante una cumbre sobre la que planeará el espinoso debate de las expulsiones de gitanos en Francia.
La presión, interna y externa, para que Europa se comprometa con un plan que evite una nueva explosión de la deuda pública, como la que sacudió en el primer semestre al conjunto de la zona euro a raíz de la crisis griega, resurgió esta semana con fuerza.
La UE debe "tomar medidas alentadoras para reforzar la gobernanza económica", reclamó el martes el director general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, advirtiendo del "peligro" de que, sin esa reforma, los "Estados miembros no puedan competir con los países más dinámicos del mundo".
La primera economía europea, Alemania, firme partidaria de la disciplina presupuestaria, también urgió el lunes al presidente de la Unión Europea (UE), Herman Van Rompuy, a realizar rápidamente "propuestas concretas".
Berlín criticó que lo que hay sobre la mesa son "nebulosas", en referencia a lo que hasta ahora ha arrojado la labor del grupo de trabajo creado por Van Rompuy para endurecer las normas presupuestarias en el seno de la UE.
Los 27 se comprometieron hace unos meses a imponerse nuevas reglas para prevenir casos como el de Grecia, cuyo riesgo de bancarrota amenazó hasta los cimientos de la Eurozona, integrada por 16 países de la Unión. La crisis de la deuda pública, alimentada por los planes de rescate masivos aprobados por los Gobiernos para poner a salvo el sistema financiero durante la debacle de 2008-2009, también afectó a España, Irlanda y Portugal.
Pero el cumplimiento de las promesas parece haberse quedado a medio camino. Mientras se aprobó que la Comisión Europea examine a partir de 2011 los presupuestos anuales de cada uno de los Estados miembros antes de que éstos sean aprobados por los respectivos Parlamentos, los 27 no lograron por ahora un compromiso para endurecer las sanciones contra los países con políticas económicas demasiado laxas.
Durante la cumbre del jueves en Bruselas, los jefes de Estado y de gobierno abordarán esta cuestión, si bien no se esperan grandes avances.
Según un proyecto de declaración final obtenido por la AFP, los dirigentes europeos se limitarán a subrayar que la "reforma de la gobernanza económica debe proseguir con el mismo vigor", sin anunciar nuevas medidas concretas.
Al margen de la agenda oficial, la controversia que ha suscitado en Europa las expulsiones de gitanos en Francia podría colarse en el debate de los líderes de la UE, especialmente tras las duras críticas pronunciadas esta semana por la Comisión Europea, el Ejecutivo europeo.
París tachó este miércoles de "inaceptables" las comparaciones de la comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, que asimiló las repatriaciones de gitanos a Rumanía y Bulgaria a las deportaciones ocurridas durante la II Guerra Mundial.
Volviendo a los temas previstos, la cita de los 27 estará consagrada además a examinar una ayuda comercial a Pakistán para hacer frente a los efectos devastadores de las recientes inundaciones, que temen provoquen un auge del islamismo extremista.
En particular, la UE estudia exenciones arancelarias para la importación de determinados productos paquistaníes, especialmente textiles. También estará sobre la mesa la rúbrica de un acuerdo de libre comercio entre la UE y Corea del Sur, bloqueada por las reticencias de Italia, recelosa de las consecuencias que puede tener para la industria del automóvil.
