Los analistas defienden que Gas Natural conseguirá reducir su deuda en dos años, tal como se ha marcado en su plan estratégico y pese al desembolso que tendrá que hacer a Sonatrach, que los expertos creen que superará los 1.000 millones de euros.
El plan estratégico presentado por Gas Natural en julio contenía como una de las prioridades la de reducir su deuda en los próximos dos años. En general, los compromisos fijados en el programa fueron bien acogidos por el mercado, considerándolos viables. Pero en aquel momento no estaba plasmado el pago al que el grupo deberá hacer frente, tras el fallo emitido a favor de Sonatrach.
La argelina aún no ha puesto cifra a este importe, equivalente al incremento de precio desde 2007, pero los expertos coinciden en señalar que oscilará entre los 1.000 milones y los 1.500 millones de euros. En un reciente informe de Nomura, la firma revisaba sus previsiones, asumiendo que "Gas Natural deberá pagar a Sonatrach alrededor de 1.250 millones de euros en el corto plazo".
Ahora bien, el elevado desembolso no tiene por qué repercutir en los objetivos marcados por el grupo para 2012, tras la consolidación de la compra de Unión Fenosa. De hecho, el consenso de analistas sigue calculando que la compañía reducirá sus compromisos financieros de manera que en dos años supongan sólo tres veces su beneficio bruto de explotación (ebitda), tal y como se fijó la compañía, frente a las cuatro veces esperadas este año.
Las previsiones de los bancos de inversión indican que la deuda neta se contraerá por debajo de los 16.000 millones de euros en 2012 -cifra que también contemplaba el plan- y su beneficio bruto aumentará un 10 por ciento en dos años (véase gráfico).
Si finalmente logra recortar la deuda desaparecerían los temores de una bajada de rating. De hecho, el grupo también pretende que su calificación se eleve hasta "A". La viabilidad del programa, junto a los bajos precios de cotización, son algunos de los factores que están haciendo que los analistas vean atractivo. En la última revisión de la Cartera de Consenso que elabora elEconomista, en la que 55 firmas de inversión configuran una cartera individual, Gas Natural elevaba fuertemente su participación, con lo que se ha convertido en integrante del Eco10, índice de ideas de inversión de elEconomista y Stoxx.
¿Menos incertidumbre?
Aunque no esté concretada la cifra que reclama Sonatrach, el mercado ya descontó la noticia. La penalización que sufrió el viernes pasado el valor -cedió más de un 4 por ciento- se debió a la salida de GDF de su capital. Ésto provocó que el precio en bolsa se ajustara hacia el que pagó el mercado (11,7 euros) por este paquete de acciones. Ya se rumoreaba sobre la desinversión de la francesa, que más allá de otras repercusiones aporta transparencia sobre el precio al que el mercado valora al grupo y sitúa un posible suelo. A partir de este precio, el valor tendría potencial, ya que el consenso de mercado valora sus títulos en 15 euros.
En general, los expertos no están empeorando estas expectativas tras la decisión a favor de Sonatrach. Tampoco las previsiones sobre sus cuentas se están deteriorando gracias en gran medida a las provisiones que Gas Natural podría haber realizado durante los años que ha durado el conflicto. "La compañía ya ha provisionado para cubrir el posible impacto y no creemos que penalice prácticamente los resultados", consideran desde Selfbank.
Otras fuentes del mercado señalan hacia estas provisiones, al mismo tiempo que puntualizan que, dada la retroactividad de los pagos, se trata de suministros que ya han sido proporcionados, por lo que de alguna manera podría repercutirse estos precios en determinados contratos con clientes. Además, habría que poner sobre la mesa el déficit que se habría generado -en aquel momento el sector estaba regulado- con el propio Estado.