Los sindicatos españoles aumentan la presión antes de la huelga general

Los dos principales sindicatos, UGT y CCOO, hicieron subir la presión este jueves al reunir a 16.000 delegados en Madrid para preparar la huelga general del 29 de septiembre contra la reforma laboral que acaba de aprobar el Congreso de los Diputados.

Los líderes de las dos confederaciones reiteraron su oposición a la reforma, cuyo objetivo es flexibilizar el mercado laboral y reducir el desempleo que alcanza el 20% de la población activa, o sea el doble que en Europa.

La reforma aprobada este jueves va a "facilitar el despido y debilitar la tutela judicial, lo que va a significar que en una situación en la que somos el país con mayor tasa de paro de Europa, sigamos en el pelotón de los rezagados en el futuro", declaró el secretario general de UGT, Cándido Méndez.

Según él, "la reforma laboral es una regresión social muy seria".

Tras la huelga general, "el Gobierno tendrá que rectificar en sus propósitos", dijo Méndez junto al líder de CCOO, Ignacio Fernández Toxo.

Los dos sindicatos reunieron a 16.000 delegados en un barrio popular del sur de Madrid para "preparar" la primera huelga general desde la llegada al poder de Zapatero.

La nueva ley laboral generaliza un contrato de trabajo indefinido con menor indemnización por despido, limita el recurso a contratos temporales, introduce más flexibilidad horaria en las empresas y facilita el despido por razones económicas.

En protesta, los sindicatos convocaron una huelga general, pero los observadores no cuentan en general con que tenga un gran seguimiento, sobre todo porque la ley ya habrá entrado en vigor.

Según un sondeo publicado el domingo por el diario El País, sólo el 9% de los españoles está seguro de que seguirá la huelga general y el 13% cree que lo hará "probablemente".