
Tras varios intentos, la rentabilidad de los títulos a 10 años se sitúa claramente por debajo del 4%, algo que no ocurría desde mayo. Eso sí, la alegría no es completa: el seguro contra el impago (CDS) sigue subiendo.
La huida hacia la seguridad por parte de los inversores no se está olvidando de la deuda española. La oleada de compras de bonos vista en las últimas semanas está permitiendo que hoy, y tras varios intentos, el rendimiento de los bonos españoles se sitúe con claridad por debajo del 4 por ciento. Se encuentra en el 3,98 por ciento, el nivel más reducido desde mediados de mayo.
Además, se distancia ya casi un punto porcentual de las cotas a las que escaló a mediados de junio, cuando repuntó hasta el 4,88 por ciento en plena tormenta soberana europea.
Los recelos no desaparecen
Ahora bien, el retroceso de los rendimientos, fruto de las compras defensivas de las últimas semanas porque la rentabilidad se comporta de forma inversa al precio, no equivale a que los recelos del mercado con respecto a la deuda española se hayan disipado. Lo confirma la evolución del seguro contra el riesgo de impacto (CDS) de España, que hoy ha repuntado hasta los 241 puntos básicos, el nivel más alto desde comienzos de julio.
Al mismo tiempo, la prima de riesgo, medida por la diferencia entre la rentabilidad de los bonos españoles y alemanes a 10 años, se mantiene en torno a los 185 puntos básicos -ó 1,85 puntos porcentuales-, con lo que todavía permanece cerca de los 221 puntos básicos a los que escaló en junio y, sobre todo, continúa muy por encima de la media registrada desde el nacimiento del euro en 1999, que se limita a 26 puntos básicos.